Sentada en la mesa comiendo, llegó mi empleada a conversarme y a contarme que el aliento de su perro estaba horrible. Que ella no sabía que echarle en esa boca que olía tan desagradable. Muy descriptivamente comenzó a contarme el color de los dientes del perro, el hueso enterrado, la sangre que derramaba.. Socorro, yo estaba comiendo.
Solo pensaba en el libro que me enseñó que en la mesa no se tocan temas desagradables, ni de política ni de religión. Y quién le ha enseñado a mi empleada que en la mesa no se habla de temas desagradables!! Nadie!!! Por DIOS, qué bendición es saber que a mí me enseñaron las buenas maneras y los buenos modales. Pero el problema es que hay tantos que no los conocen o que no los ponen en práctica! He ahí la razón de mi interés en enseñar Etiqueta y Protocolo.
Muchos nos preguntamos qué hace que una persona se vea educada y elegante. Pocos sabemos en dónde está la raíz de dichos adjetivos.
La educación viene de casa. De eso no hay duda. Que tengo raíces españolas, o belgas, o europeas. No importa, pero es cierto que en ellas se ve y se reconoce a quien tiene educación.
De Europa vienen los buenos modales aunque varios se pelean el país de origen de los mismos. España? Italia? Francia?
Sabemos que desde la antigüedad los hombres fueron buscando maneras de volver más cómodo y agradable el momento de la comida, punto de partida del Protocolo y la Etiqueta.
Al comienzo todos comían del mismo plato, con la misma cuchara y ni siquiera lo hacían sentados. Con el tiempo se fueron creando los cubiertos, la cuchara en primer lugar, y luego los demás. Los antepasados por fin decidieron un día que era mejor un mantel para limpiarse las manos y la boca, y no la propia ropa, y más tarde reconocieron que tal ves era mejor tener cada uno su mantelito individual dando así nacimiento a la maravillosa servilleta. El cuchillo era solo del Jefe de Hogar y era el que se utilizaba para cortarse el pelo, limpiarse las uñas y luego para comer. Todo con el mismo cuchillo. ¿Se imaginan? qué dicha, nacieron todos los cubiertos para cada uno, pero con ello también nació la ciencia de saberlos usar!
¿Y para qué sirven todas estas cosas?
Por qué los codos en la mesa no, para qué hay que pararse a saludar, pero por qué no me puedo sonar en la mesa, y ¿quién se inventa esta cantidad de bobadas? Eso dicen hoy en día nuestros hijos, o tal vez lo dijimos nosotros en aquellos hermosos momentos en que todo lo cuestionábamos.
Y si los padres no sabemos para qué o no las ponemos en práctica, entonces ¿con qué autoridad les estamos exigiendo o corrigiendo?
Hay que estar seguros de las cualidades reales de la buena educación. Podríamos enumerar muchas como por ejemplo qué hace mejores las relaciones humanas, nos hace sentir me jores personas, nos da seguridad
frente a los que nos rodean, nos permiten distinguirnos como personas agradables a quienes gusta invitar, o nos podemos distinguir por ser unos buenos anfitriones; una persona educada es agradable como amigo, compañero, jefe. y puedes estar seguro: si hay que escoger entre dos personas para un cargo directivo, se escoge la que demuestre que tiene más educación y que va a representar mejor a la empresa en el campo social y empresarial.
" La cuna no se improvisa" dirían los abuelos. Y es verdad, pero todos podemos aprender.
¿A quién no le interesa saber si mi copa de vino es la de la derecha o de la izquierda? O ¿cuál es el cubierto que tengo que usar para esta entrada? , que me quedé sin pan porque mis vecinos cogieron el de la derecha y el de la izquierda. Claro, no sabían cuál era el plato del pan.. Y quedé yo sin el pan y sin el queso! Por culpa de la dichosa ignorancia en la mesa.
Por favor, enseñemos a nuestros hijos a ponerse de pie cuando llega un mayor. Es tan desagradable ver a los jóvenes de hoy haciendo la visita en el cuarto (porque ya la sala no sirve para lo que servía antes), y saludarlos muy amablemente como padres educados, y encontrar como respuesta unos robots quietos como momias que dicen " hola", igual que le podrían decir a la mascota de la casa?' Por favor!!!! Llegó el papá o la mamá de la casa. Póngase de pie jovencito que hay que saludar. Papás, ayudémonos nosotros y así podremos ayudarle a esta MARAVILLOSA JUVENTUD que nos lleva mucho mucho por delante, pero que le falta mucha educación!
La etiqueta de la mesa es maravillosa, no permitamos que nos parezca cursi; cursi es pensar que ya sé mucho y no necesito aprender más. Inteligente es el que quiere superarse y saber que puede mejorar y que puede aprender a comer bien! Son los buenos modales en la mesa, la cortesía y la buena educación el punto de partida de una sociedad culta y agradable.
De los buenos modales nace la PAZ Y LA TOLERANCIA!! Será que nos sirven a todos? Claro que sí.
Tomado de: Beatriz Alicia Lince
Solo pensaba en el libro que me enseñó que en la mesa no se tocan temas desagradables, ni de política ni de religión. Y quién le ha enseñado a mi empleada que en la mesa no se habla de temas desagradables!! Nadie!!! Por DIOS, qué bendición es saber que a mí me enseñaron las buenas maneras y los buenos modales. Pero el problema es que hay tantos que no los conocen o que no los ponen en práctica! He ahí la razón de mi interés en enseñar Etiqueta y Protocolo.
Muchos nos preguntamos qué hace que una persona se vea educada y elegante. Pocos sabemos en dónde está la raíz de dichos adjetivos.
La educación viene de casa. De eso no hay duda. Que tengo raíces españolas, o belgas, o europeas. No importa, pero es cierto que en ellas se ve y se reconoce a quien tiene educación.
De Europa vienen los buenos modales aunque varios se pelean el país de origen de los mismos. España? Italia? Francia?
Sabemos que desde la antigüedad los hombres fueron buscando maneras de volver más cómodo y agradable el momento de la comida, punto de partida del Protocolo y la Etiqueta.
Al comienzo todos comían del mismo plato, con la misma cuchara y ni siquiera lo hacían sentados. Con el tiempo se fueron creando los cubiertos, la cuchara en primer lugar, y luego los demás. Los antepasados por fin decidieron un día que era mejor un mantel para limpiarse las manos y la boca, y no la propia ropa, y más tarde reconocieron que tal ves era mejor tener cada uno su mantelito individual dando así nacimiento a la maravillosa servilleta. El cuchillo era solo del Jefe de Hogar y era el que se utilizaba para cortarse el pelo, limpiarse las uñas y luego para comer. Todo con el mismo cuchillo. ¿Se imaginan? qué dicha, nacieron todos los cubiertos para cada uno, pero con ello también nació la ciencia de saberlos usar!
¿Y para qué sirven todas estas cosas?
Por qué los codos en la mesa no, para qué hay que pararse a saludar, pero por qué no me puedo sonar en la mesa, y ¿quién se inventa esta cantidad de bobadas? Eso dicen hoy en día nuestros hijos, o tal vez lo dijimos nosotros en aquellos hermosos momentos en que todo lo cuestionábamos.
Y si los padres no sabemos para qué o no las ponemos en práctica, entonces ¿con qué autoridad les estamos exigiendo o corrigiendo?
Hay que estar seguros de las cualidades reales de la buena educación. Podríamos enumerar muchas como por ejemplo qué hace mejores las relaciones humanas, nos hace sentir me jores personas, nos da seguridad
frente a los que nos rodean, nos permiten distinguirnos como personas agradables a quienes gusta invitar, o nos podemos distinguir por ser unos buenos anfitriones; una persona educada es agradable como amigo, compañero, jefe. y puedes estar seguro: si hay que escoger entre dos personas para un cargo directivo, se escoge la que demuestre que tiene más educación y que va a representar mejor a la empresa en el campo social y empresarial.
" La cuna no se improvisa" dirían los abuelos. Y es verdad, pero todos podemos aprender.
¿A quién no le interesa saber si mi copa de vino es la de la derecha o de la izquierda? O ¿cuál es el cubierto que tengo que usar para esta entrada? , que me quedé sin pan porque mis vecinos cogieron el de la derecha y el de la izquierda. Claro, no sabían cuál era el plato del pan.. Y quedé yo sin el pan y sin el queso! Por culpa de la dichosa ignorancia en la mesa.
Por favor, enseñemos a nuestros hijos a ponerse de pie cuando llega un mayor. Es tan desagradable ver a los jóvenes de hoy haciendo la visita en el cuarto (porque ya la sala no sirve para lo que servía antes), y saludarlos muy amablemente como padres educados, y encontrar como respuesta unos robots quietos como momias que dicen " hola", igual que le podrían decir a la mascota de la casa?' Por favor!!!! Llegó el papá o la mamá de la casa. Póngase de pie jovencito que hay que saludar. Papás, ayudémonos nosotros y así podremos ayudarle a esta MARAVILLOSA JUVENTUD que nos lleva mucho mucho por delante, pero que le falta mucha educación!
La etiqueta de la mesa es maravillosa, no permitamos que nos parezca cursi; cursi es pensar que ya sé mucho y no necesito aprender más. Inteligente es el que quiere superarse y saber que puede mejorar y que puede aprender a comer bien! Son los buenos modales en la mesa, la cortesía y la buena educación el punto de partida de una sociedad culta y agradable.
De los buenos modales nace la PAZ Y LA TOLERANCIA!! Será que nos sirven a todos? Claro que sí.
Tomado de: Beatriz Alicia Lince
1 comentario:
Me gustaria saber mas sobre los buenos modales pero aún así me gustó muxo tu articulo!!
XD
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