miércoles, 9 de diciembre de 2009

Consejos para la hora de comer de los niños


La idea es conseguir que, al menos, los niños prueben comidas antes de rechazarlas, y que no las rechacen rápidamente. Principalmente niños pequeños, de 3 años, y hasta los 5-6 años.
Cuando el niño/a no quiera alguna comida que sí comemos los mayores, decirle tranquilamente, sin aspavientos, y con un aire un poco condescendiente, algo así como: "es normal que no te guste; esto es algo que gusta a los mayores porque cuando nos hacemos mayores nos cambia un poco la boca. Cuando seas más mayor te cambiará la boca y te gustará".
El deseo de los niños por ser mayores y comportarse como tales hace que tomen nota de lo que decimos.

Este método tiene un resultado inmediato y muy exitoso, porque utiliza ese deseo tan fuerte de mostrar independencia en los pequeños, que son capaces de doblegar hasta sus gustos y fortalecer su voluntad para demostrar "lo mayores que son".

Con este simple truco,hay niños que hacian todo tipo de muecas mientras tragaban una comida que no era de su agrado, para terminar diciendo con una gran sonrisa: "¡qué rico!".
Este truco no sólo ayuda con las comidas, sino con la formación de la voluntad.

¡Ojo!, es importante respetar su decisión. Si deciden no probar la comida en esta ocasión, bastará con recordarle que cuando crezca un poco le gustará. Muchas veces decidirán probar la comida poco después de comprobar que tienen libertad para hacerlo.
Fuente: Cuentos para dormir

viernes, 27 de noviembre de 2009

Algunos consejos y advertencias sobre cómo consegir grandes lectores.


Un niño adorará la lectura si en su cerebro los libros están asociados a la alegría y la felicidad.

La lectura se fomenta alrededor de la visión de un libro. Es decir, un cuento contado por los padres de viva voz, o un cuento leido por quien lo cuente, sin participación directa de los pequeños, tiene muchísimos beneficios, pero NO fomenta la lectura en sí mismo, y por tanto la afición lectora de los niños dependerá de sus inclinaciones naturales. Esta es la razón de una situación curiosa: en muchas familias con varios hermanos más o menos seguidos, el mayor suele ser un gran lector, y la diferencia de su afición lectora con el resto es bastante notoria. Esto es debido a que los padres comenzaron leyendo con él, pero al venir otros hermanos, los cuentos se contaban para todos, en lugar de leérselos específicamente a cada uno.

Hay que aclarar que la verdadera motivación del niño cuando lee un cuento con sus padres no tiene nada que ver con el cuento. Lo que él quiere es disfrutar de la atención exclusiva de sus padres, que para él tiene una fuerza y un atractivo incomparables, tan fuertes que las tareas que realiza de esta forma se graban con gran intensidad en su pequeño cerebro en desarrollo

El niño debe tener acceso al libro. Debe sentir que él también está leyendo, visionar los dibujos y las letras (al no comprender las letras, sus libros deben ser dibujos que sí pueda comprender), y buscar cada día nuevas cosas, aunque sea el mismo libro de las últimas tres semanas. De esta forma, en su cerebro asocia esos momentos mágicos a la presencia de un libro, y cuando en el futuro tome un libro en sus manos, sentirá el recuerdo de esa alegría y felicidad que le embargaba cuando sus papás le leían un cuento. Seguro que todos tenemos algún objeto que recordamos con cariño, y sólo verlo o tocarlo nos hace sentir bien,
Más fácil es inculcar la afición a la lectura a un niño de 2 años que a uno de 4, y más aún que a uno de 6 ó 7. Y todo esto ocurre, sólo por asociación mental, ¡antes incluso de que los niños sepan leer!, es importante dedicar tiempo de lectura específica a cada niño si queremos conseguir esa relación automática libro-felicidad

Por eso debemos:

• estar siempre disponible para alcarar sus dudas y ayudarle con la lectura
• poner a su alcance libros interesantes y entretenidos, con una correcta proporción de dibujos y letras a su nivel de comprensión
• el ejemplo será fundamental para mostrar que los padres también disfrutan de la lectura, pues al ir creciendo su deseo de hacer cosas junto a sus padres se sustituye por el deseo de parecerse a ellos.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Guia útil para educar bien a nuestros hijos


En educación es mejor llegar un año antes que un dia después.

La educación positiva proporciona pautas básicas para el buen comportamiento.


Como se consigue:


Potenciar comportamientos deseados, mejor que prohibir los no deseados
Elegir los mejores momentos para educar,
Premiar más que castigar.
Aprovechar y reconocer los puntos fuertes como apoyo para mejorar
los débiles, frente a olvidar los puntos fuertes y centrarse en criticar los débiles.
Crear hábitos a través de la libertad, frente a crear costumbres a través del miedo y la autoridad..
Criticar hechos concretos, en lugar de desacreditar a la persona entera: “este cuarto no está recogido”, frente a “eres un desordenado” o “no sabes ordenar tu cuarto”.
Prevenir y anticiparse, frente a corregir
Centrarse en el aspecto positivo de todo lo que rodea a la educación
Cambiar la forma de hablar: es el principal cambio, y facilita todos los demás Construir frases afirmativas, no negativas
Crear frases para alabar actitudes que antes sólo recibían un silencio o un gesto de aprobación
Relatar hechos, en lugar de calificar y etiquetar a las personas
Autocontrol: es el más difícil, especialmente si tenemos un carácter muy impulsivo y hemos desarrollado el hábito contrario.
Es necesario para no tomar malas decisiones en caliente esperar a los momentos más adecuados.
Ignorar comportamientos no deseados que no son nuestro foco de atención
Mejorar el clima familiar
Cambiar la forma de ver las cosas:
Cada error del niño es una oportunidad para enseñarle.
Reconocer los errores ante los hijos no es debilidad, es una ocasión única
Las muestras de afecto y cariño son el “pegamento” de la familia.
También es fundamental aprender a motivar, premiar y castigar.

sábado, 14 de noviembre de 2009

La educación se queda atrás



España, y en muchos lugares mas, un cero en buenos modales, no hay respeto ni cortesía:

Nadie se levantó de su asiento. Cuando el abuelo entró en el vagón del metro llevando en brazos un niño de pocos meses de edad, nadie hizo ademán de cederle el sitio. Había chicos y chicas jóvenes, pero también personas de mediana edad, que fijaban la vista en el libro que llevaban entre las manos, que escuchaban música mirando al techo o que se hacían los despistados. Finalmente, un hombre de unos 50 años, que portaba varias bolsas, les ofreció su asiento. Y lo hizo recriminando en voz alta la actitud de quienes viajaban con él. ¿Cómo era posible que, siendo de las personas de mayor edad que viajaba en el vagón y estando cargado con bolsas, hubiera tenido que ser él quien se levantase? ¿Por qué nadie más tuvo la educación de hacerlo?



Se trata de una anécdota real que se repite con cierta frecuencia en nuestra sociedad, donde los comportamientos corteses y la atención para con los demás no son ya la regla sino la excepción. El sociólogo Javier Elzo entiende que se trata de un tema recurrente que se manifiesta en las más diversas situaciones. Una de las más frecuentes es la del uso del «tú»: “hemos llegado a un mal tuteo: no se trata del tuteo sueco, sino de una falta de respeto a los mayores. Y eso se nota especialmente con los profesores de primaria y de secundaria, a los que los alumnos tratan como si fueran un amiguete más”.

Vivimos, pues, ante una pérdida de los códigos de respeto intergeneracionales que Aquilino Polaino, catedrático de psicopatología del CEU, vincula muy directamente con una sociedad cada vez más individualista en la que “el compromiso entre personas es moneda de poca circulación, la palabra empeñada sirve de muy poco, hay una tendencia al hedonismo generalizada y donde se reclaman los derechos y se olvidan los deberes”.

Elzo abunda en ese sentido al señalar cómo ese individualismo exacerbado ha fragilizado enormemente los lazos sociales. Y sin ellos, estas actitudes que desprecian las normas de educación acaban generalizándose. Elzo entiende que la primera responsabilidad, en este sentido, es de los medios de comunicación. “Cuando uno ve los programas que ocupan gran parte del horario televisivo, como son los de corazón, y se da cuenta lo de horteras y ordinarios que son, no puedes pretender que la gente se comporte de manera cortés en la vida cotidiana: simplemente están imitando lo que ven”.

Pero más allá de quiénes sean los causantes, y de que los programas televisivos influyan decisivamente o no en las prácticas sociales, lo cierto es que estamos inmersos, dicen los expertos, en una epidemia de preocupante individualismo que se caracteriza por su completo desinterés por los demás. Como dice Elzo, “la gente va a su bola (por utilizar los términos que ellos emplean) y le da igual quién tenga al lado”. Y, al final, el otro sólo es importante cuando nos sirve de algo. Así, asegura la psicóloga clínica y escritora Lola López Mondéjar “no vemos al otro como un semejante sino como alguien meramente funcional. El otro nos interesa en la medida en que nos es útil. En ese sentido, nos comportamos como si hubiéramos sustituido las normas éticas por las leyes mercantiles. Si vales algo, te respetan; si no, te conviertes en invisible”.

Polaino coincide en esta utilización instrumental de los demás como comportamiento en alza de de nuestra sociedad. “O se pasa de los demás o se les manipula para conseguir algo de ellos”. Y eso, que para el catedrático constituye la esencia del individualismo, da como resultado una comunidad “donde la relación entre las personas es cada día más liviana, y donde cada uno se blinda en su yo. Estamos en un mundo lleno de narcisismo, y así no hay manera de hacer sociedad.
Una situación que sufren especialmente, avisa López Mondéjar, quienes no tienen nada que ofrecer en ese juego utilitario. Es decir, aquellos que están en situación de necesidad. “Este ideal igualitario que pretende hacernos tratarnos a todos del mismo modo es algo que no se puede consentir porque el débil siempre necesita más apoyo. Esa falta de cuidado que hoy percibimos con los ancianos, las mujeres etc., es señal de que hemos perdido importantes valores sociales”. Algo que se deja sentir especialmente en contextos, como el de los negocios o el del trabajo, donde ayudar a alguien que está pasando una mala época o que ha caído en desgracia es visto como un notable signo de debilidad. “Estamos en el mercado y tenemos que ser fuertes y competitivos, porque nadie quiere un producto defectuoso. Por eso, como se nos exige que tengamos la apariencia de un producto óptimo, alejamos de nosotros la debilidad: la negamos siempre que podemos”.

Y los jóvenes son el colectivo que más ha interiorizado esta ilusión de fortaleza. Como cuenta López Mondéjar, es muy llamativo que los jóvenes no sólo traten de aparentar rudeza y que, por tanto, no se atrevan a mostrarse en situaciones en las que quedan expuestos, sino que “ni siquiera se permiten hablar entre ellos de debilidad. El que lo hace es visto como un bicho raro”.

Para Polaino, estas actitudes de los jóvenes tienen que ver con la imitación de los comportamientos que ven en su vida cotidiana, pero avisa de que no es infrecuente que estos fenómenos circulen en doble dirección y que los adultos acaben por copiar actitudes adolescentes: “también los mayores imitan a los jóvenes y tratan de seguir su mismo itinerario. Del mismo modo que cada vez vemos más cuarentañeros que tienen su movida los viernes por la noche (solteros, casados, de todo), también vemos más adultos que no toman en cuenta las normas de educación. Cuando la insolidaridad se hace carne termina por afectar a todo el mundo”. Con consecuencias en todos los estratos sociales y en todas las capas de edad, por tanto: “hoy no se atiende a las personas de la tercera edad con la misma educación con que se las trataba en buena parte del siglo XX pero tampoco los mayores saben dar a los jóvenes lo que necesitan. Cuando a un joven se le concede tiempo y se le enseña, responde muy bien. Porque los jóvenes también tienen ganas de ser generosos de apoyarse en los demás y de crecer, y es algo que esta sociedad individualista no puede bloquear”.


Una situación que sufren especialmente, avisa López Mondéjar, quienes no tienen nada que ofrecer en ese juego utilitario. Es decir, aquellos que están en situación de necesidad. “Este ideal igualitario que pretende hacernos tratarnos a todos del mismo modo es algo que no se puede consentir porque el débil siempre necesita más apoyo. Esa falta de cuidado que hoy percibimos con los ancianos, las mujeres etc., es señal de que hemos perdido importantes valores sociales”. Algo que se deja sentir especialmente en contextos, como el de los negocios o el del trabajo, donde ayudar a alguien que está pasando una mala época o que ha caído en desgracia es visto como un notable signo de debilidad. “Estamos en el mercado y tenemos que ser fuertes y competitivos, porque nadie quiere un producto defectuoso. Por eso, como se nos exige que tengamos la apariencia de un producto óptimo, alejamos de nosotros la debilidad: la negamos siempre que podemos”. Y los jóvenes son el colectivo que más ha interiorizado esta ilusión de fortaleza. Como cuenta López Mondéjar, es muy llamativo que los jóvenes no sólo traten de aparentar rudeza y que, por tanto, no se atrevan a mostrarse en situaciones en las que quedan expuestos, sino que “ni siquiera se permiten hablar entre ellos de debilidad. El que lo hace es visto como un bicho raro”. Para Polaino, estas actitudes de los jóvenes tienen que ver con la imitación de los comportamientos que ven en su vida cotidiana, pero avisa de que no es infrecuente que estos fenómenos circulen en doble dirección y que los adultos acaben por copiar actitudes adolescentes: “también los mayores imitan a los jóvenes y tratan de seguir su mismo itinerario. Del mismo modo que cada vez vemos más cuarentañeros que tienen su movida los viernes por la noche (solteros, casados, de todo), también vemos más adultos que no toman en cuenta las normas de educación. Cuando la insolidaridad se hace carne termina por afectar a todo el mundo”. Con consecuencias en todos los estratos sociales y en todas las capas de edad, por tanto: “hoy no se atiende a las personas de la tercera edad con la misma educación con que se las trataba en buena parte del siglo XX pero tampoco los mayores saben dar a los jóvenes lo que necesitan. Cuando a un joven se le concede tiempo y se le enseña, responde muy bien. Porque los jóvenes también tienen ganas de ser generosos de apoyarse en los demás y de crecer, y es algo que esta sociedad individualista no puede bloquear”.











Esteban Hernandez

Tomado de El confidencial

martes, 10 de noviembre de 2009

Enseñe a ser ordenados a sus hijos




El orden en nuestras vidas es siempre necesario y sí que ayuda mucho, pero es un hábito que aprendemos desde muy pequeños, con actividades simples y cotidianas. Un niño que está acostumbrado al desorden posteriormente tendrá dificultades para establecer un orden en su trabajo, estudios y en general en su propia vida. Desde el primer año de vida, podemos enseñarle al niño a ser ordenado, le estaremos enseñando también a ser organizado, independiente y responsable.
Aquí algunas ideas sobre cómo enseñarle a los niños a guardar sus juguetes:

Primero, enséñele al niño el lugar para guardar los juguetes. Si no tiene un estante, lo recomendable es utilizar cajas que usted misma(o) podrá decorar.
Dependiendo de la edad del niño, usted puede pegar en la caja alguna imagen referida al tipo de juguetes (muñecos, carritos, etc.) o hacer que el niño escriba dichas categorías en las cajas.
Felicite al niño cuando él recoja los juguetes, ésto lo hará sentirse bien.
Cuando lo niños juegan, es posible que se pierdan piezas de los juguetes. Es recomendable que cuando terminen de jugar se guarden estas cosas en un solo lugar, de tal manera que después sea más fácil ubicarlas.
No es tan dificil enseñar a ser ordenados a los niños. Solo hay que seguir algunas pautas:
No darle muchas indicaciones a la vez: "limpia el cuarto" "arregla tus juguetes""ordena tus libros" "recoge la ropa", ésto va a desarrollar estress, sobre todo si recién empieza con estas labores.
- Diríjase a ellos de una manera positiva y utilice palabras que estimulen su capacidad de controlar sus acciones: ¿pusiste tus libros en la mochiula? ¿notaste que ayer te olvidaste de recoger tu ropa sucia? ¿ te diste cuenta que tus juguetes quedaron regados en el piso? Todas estas son maneras de animarlos a pensar por si mismos y otra cosa: jamás Ud. ordene o limpie lo que su niño se ha comprometido a hacer.
No les imponga su propia lógica para ordenar las cosas. A ellos no siempre les parecerá que el lugar que Ud. eligió es el correcto. Deje que ellos decidan.
Ponga orden en otros aspectos de su vida, como respetar horarios y mantener sus cosas ordenadas.

No imponga la hora de ordenar sus cosas como un castigo. Cuando es así los niños crecerán relacionando la atarea de recoger, limpiar y ordenar con algo desagradable.

Escoja un dia para que junto con ellos seleccione la ropa o juguetes que ya no necesita.
Si su hijo tira la ropa que se cambia al suelo, coloque una cesta para ropa sucia en su cuarto y lave solo lo que esté allí dentro de esta manera le enseña el orden.

Permita que le ayuden a limpiar y ordenar en su hogar, que cada cosa tenga su lugar y no tirados por doquier.

Todos estos consejos le ayudarán a que su hijo sea ordenado

sábado, 24 de octubre de 2009

Eduque a sus hijos enseñándoles confianza en si mismos


Es importante la supervisión para asegurarse que los niños(as) están protegidos. Pero para ayudarles a que realmente aprendan una nueva habilidad, es importante darles su espacio. Dé a los niños(as) la oportunidad de intentar algo nuevo, equivocarse y aprender de la lección.

Por ejemplo, si su hijo(a) quiere aprender a hacer un emparedado de mantequilla de maní, demuéstreselo, organice los ingredientes y deje que lo intente. ¿Será un pequeño desastre? Probablemente, pero no se acerque corriendo al momento en que la mesa de la cocina se manche con un poco de mermelada. De hecho, evite la críticas que pudieran disuadirlo(a) para que lo vuelva a intentar. Si usted interviene para terminar el emparedado, su hijo(a) pensará, "Imagino que no soy capaz de hacer emparedado."

Pero si usted tiene paciencia y el tiempo necesario para enseñar, la recompensa será real. Pronto su hijo(a) podrá decir "Tengo ganas de almorzar así que me voy a preparar mi propio emparedado." Usted puede incluso responderle, "Genial ¿Me puedes preparar uno a mi también?" ¡Que buena señal de que usted confía en sus habilidades!

Algunas veces, puede que no sea usted quien intervenga corriendo cuando su hijo(a) dude, sino que será su hijo(a) quien se rinda. Ayúdelo(a) recordándole que debe ser persistente en medio de su frustración. Cuando intentan las cosas más de una vez, los niños(as) aprenden que pueden sobrellevar los obstáculos.

Una vez que los niños(as) alcanzan una meta, usted querrá felicitarlos no solamente por el resultado, sino por la fuerza de voluntad de no rendirse. Por ejemplo, después de que su hijo haya aprendido a hacer emparedados de mantequilla de maní puede demostrarle confianza en sí mismos(as) diciéndole "La próxima vez ¿quieres aprender a partir un huevo?" Hacer emparedados y partir huevos puede parecer que no son grandes meritos, pero son pasos importantes en la dirección adecuada— hacia la independencia de su hijo(a).

A través de la niñez, los padres tienen oportunidades para preparar a sus niños(as) a que cuiden de sí mismos(as). Por supuesto que es bueno sentirse necesitado, pero a medida que los niños(as) ganan seguridad en sí mismos(as) y adquieren independencia, la relación que mantienen con usted se fortalecerá. Tendrán vínculos entre ustedes que no estén basados en la dependencia únicamente, pero en el amor y el orgullo compartido sobre lo que han logrado. Eventualmente, los niños(as) cuando sean grandes le darán las gracias por lo preparados que se sienten para recorrer el camino que tienen delante de ellos(as)— un camino que pueden tomar seguros de sí mismos(as).



Fuente: KidsHealth

jueves, 1 de octubre de 2009

Los cimientos de la educación están en la familia


La autoridad de un maestro, un profesor o un catedrático, no puede empezar en el colegio, instituto o universidad. La autoridad del educador empieza en la familia, en casa y casi antes de que dejen los pañales los futuros alumnos y alumnas. La autoridad empieza por pequeñas cosas que van evolucionando con el desarrollo natural.

Empieza por las comidas a su hora, por irse a la cama en su momento, por dormir sus horas necesarias, por pedir las cosas en buen tono, por no romper los juguetes, por colocarlos en su sitio cuando acaba el juego, por no levantarse de la mesa mientras están comiendo, por aprender a respetar a los hermanos, padres, abuelos..., más adelante por crearles un hábito de estudio, por que aprendan que nó es que nó sin paliativos, que existen reglas y que hay que cumplirlas, que tienen derechos pero también obligaciones, que aprendan a respetarse a sí mismos y a su salud física y mental, que hay ciertas cosas con las que no se puede jugar sin peligro de engancharse a ellas, que no todo lo que ven en la televisión o con los juegos es cierto y válido, que hay que tratar a los demás como quieran que les traten, que el mundo no gira a su alrededor...

O ponemos los cimientos de la educación en la familia, o la autoridad del enseñante es pura y real utopía.
tomado de 20 minutos.es

domingo, 27 de septiembre de 2009

El castigo corporal afecta a la inteligencia a largo plazo

Cuadro de Goya titulado 'La letra con sangre entra' (1779).


En una generación hemos pasado del aforismo "la letra, con sangre entra", ya en desuso, al cachete o azotes en el culo, todavía practicados por muchos padres.
Pero, de hacer caso a un reputado sociólogo, pocos progenitores volverán a palmear las nalgas de sus pequeños cuando terminen de leer este artículo.
Es como los prospectos de las medicinas. Los azotes arreglan el problema a corto plazo, pero ¿tiénen efectos secundarios? ¿Es posible que, a largo plazo, traumaticen o perjudiquen el crecimiento psíquico del revoltoso niño?
Murray Straus, sociólogo de la Universidad de New Hampshire, ha presentado esta semana un estudio en la Conferencia Internacional sobre Violencia y Abusos en San Diego (EEUU).

Su investigación concluye que el castigo corporal deja una marca indelebre a largo plazo que se traduce en un
cociente intelectual menor.
Straus, que tiene 83 años, lleva estudiando el tema desde 1969 y estima que el cociente intelectual puede descender hasta cinco puntos en aquellos que han recibido castigos físicos.
Y que no sólo ocurre en los niños norteamericanos, sino en los de los 32 países objeto de estudio, donde los azotes a menores están socialmente muy extendidos.
Los países con esta cultura, la población tiene un cociente intelectual medio por debajo de las naciones donde esta práctica no se practica.
Straus y su colega
Mallie Paschall del Pacific Institute for Research and Evaluation, estudiaron a 1.510 niños:
806, de edades entre 2 y 4 años
704, de entre 5 y 9
Un tercio había recibido algún tipo de castigo corporal en las dos semanas previas al estudio, según sus madres.
Straus midió su IQ inicial y volvió a tomar la medida cuatro años después.
Los niños que al inicio no había sufrido azote alguno obtuvieron unos resultados significativamente mejores que los que sí:
Los 806, de edades entre 2 y 4 años, la diferencia de IQ fue de 5 puntos
Los 704, de entre 5 y 9 años, la distantica fue de 2,8 puntos
Los sociólogos tuvieron en cuenta previamente el tipo de educación familiar recibida, así como los factores medioambientales que pudieran distorsionar los datos del estudio.
La clave, según Straus, radica en el estrés que generan los azotes, lo que provoca pérdida de concentración en el estudio.
Ahora, qué fue antes, el huevo o la gallina. ¿Es la falta de concentración en el estudio lo que lleva a los padres a repartir azotes a diestro y siniestro? ¿O son los azotes los que llevan a un peor rendimiento escolar?
tomado de: Periodista digital

lunes, 14 de septiembre de 2009

Evitar que tu hijo se drogue es una labor que comienza desde bebé


La prevención comienza en la cuna. Los padres no deben esperar a la adolescencia para afrontar la lucha contra las drogas, sino que deben ganarse la confianza de sus hijos desde bebés para detectar futuros problemas.
Comunicación y proximidad. Esas son las dos herramientas claves para prevenir que nuestros hijos se conviertan en dependientes de alguna sustancia.

La Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) acaba de presentar '¿Qué les digo?', un innovador manual sobre cómo escuchar y hablar sobre drogas con nuestros hijos.

En él se explica que no se debe obviar el asunto hasta que irrumpa en la adolescencia, sino que es necesario ganarnos la confianza y establecer un vínculo de comunicación con el hijo desde los cero años. De esta manera, el menor no tendrá tantos obstáculos para expresar sus inquietudes llegados los 13 ó 14 años, y los padres podrán detectar con mucha más cercanía si existen problemas de consumo abusivo.

La otra clave consiste en comprender que las drogas ya no son marginales, sino que están vinculadas al ocio que consumirán nuestros hijos: hacer que desde muy pequeños tengan inquietudes para que su futuro mundo adolescente no gire sólo en torno a la fiesta, es una herramienta vital para la prevención.

De este modo se podrá evitar que su futuro mundo adolescente gire sólo en torno a la fiesta, como en el caso extremo vivido días atrás en los incidentes de Pozuelo (Madrid).

¿CÓMO SÉ SI MI HIJO SE DROGA HABITUALMENTE?
La proximidad, lograda desde muy pequeño, es lo que nos permitirá darnos cuenta de si su comportamiento ha variado más allá de los cambios habituales en la adolescencia. Por el contrario, si hay una barrera entre el menor y los padres, será más complicado detectar problemas.

Además, la confianza hará que el niño vea en los padres una figura a la que acudir en busca de ayuda, y no un enemigo al que ocultar el problema.

SÍNTOMAS Y AYUDA

Huraño y callado. Aunque los signos varían mucho, pueden ser síntomas de consumo problemático ver que el carácter afable de nuestro hijo pasa a ser huraño y callado o se encierra en la habitación 'pasando' de los padres.

Motivar hacia el tratamiento. Si creemos que nuestro hijo consume, deben imperar la prudencia y el diálogo. Es un error alarmar o amenazar. Si es muy problemático debemos buscar ayuda profesional.


tomado de Que es

jueves, 13 de agosto de 2009

Consejos para inculcar sensación de confianza en los hijos


1. "Puedes hacerlo". Pronuncia estas palabras a menudo hacia tu hijo. Enséñale a él a decir lo mismo cuando se encuentre ante situaciones complicadas.


2. No critiques a tu niño cuando está haciendo alguna actividad. No lo corrijas, y, menos en público. A veces resulta tentador corregir a un niño cuando uno ve que se está equivocando. Por ejemplo cuando está coloreando o dibujando y agarra el lápiz de forma incorrecta. Debes dejar que tu hijo experimente y aprenda cuál es la forma más cómoda de agarrar el lápiz. Esto no significa que no debas enseñarle, pero debes hacerlo de forma sutil. Por ejemplo poniéndote a su lado y agarrando otro lápiz y papel para que él vea como tú lo estás agarrando.


3. Elogios, y más elogios. Aprovecha la oportunidad para celebrar cada logro, grande o pequeño. Felicita a tu niño cuando hizo un esfuerzo para terminar una tarea. Felicita a tu niño cuando aprendió una nueva habilidad. Elogia a tu hijo cuando muestra interés en algo nuevo. Felicítalo por cualquier cosa que te gustaría alentarlo. Dile lo inteligente que es , dile:"cada día estás aprendiendo más y más!".
Los elogios deben ser sinceros e ir acompañados de entusiasmo.


4. Al final del día, cuando acuestes a tu hijo en la cama, charlen sobre los eventos del día. Pregúntale acerca de las cosas buenas que sucedieron en el día. Asegúrate de que los últimos pensamientos de tu hijo, antes de que se duerma, sean todos positivos, acerca de las experiencias positivas del día y elógialo nuevamente.


5. Tu hijo aprende sobre el mundo y sobre sí mismo a través tuyo, de sus maestros y de todo los que lo rodean. Es una buena idea asegurarse que, en la medida que sea posible, que tu hijo esté en un ambiente positivo.

Si tu niño es muy pequeño, asegúrate de que todos los que lo cuiden también sean conscientes de la necesidad de generar confianza en tu hijo. Cuando elijas una guardería o jardín de infantes, o una niñera, asegúrate de elegir un entorno positivo.


6. Asegúrate de que tu hijo sepa que puede discutir contigo cualquier cuestión que está en su mente. De esta manera, si sucede algo negativo, serás capaz de ayudar a tu hijo a lidiar con él de una manera positiva, en lugar de crear un recuerdo doloroso que puede afectar a tu niño para el resto de su vida.
La autoestima es central para el ser humano. Para su concepción sobre sí mismo y su relación con los demás . La confianza y seguridad en sí mismo determina cómo nos manejamos y cómo desarrollamos las tareas que se nos presentan día a día. Si quieres aprender más acerca de cómo aumentar la autoestima y la seguridad en un individuo consulta sobre el curso de PNL Online en: http://cursodepnl.com/



Fuente: Artículo. Org/

martes, 14 de julio de 2009

LA MADRE MAS MALA DEL MUNDO


Yo tuve la madre más mala del mundo. Mientras que los otros niños podían irse a la escuela sin desayunar, yo tenía que comer todo el cereal, el huevo y el pan tostado. Cuando los demás niños tomaban refrescos gaseosos y dulces para el almuerzo, yo tenía que conformarme con comer siempre comidas nutritivas.

Mi madre insistía en saber todo lo que hacíamos y donde estábamos, parecía que estábamos encarcelados; tenía que saber quiénes eran nuestros amigos. Insistía en que, si decíamos que íbamos a tardar una hora, de hecho tardáramos una hora y no dos.

Me da vergüenza admitirlo, pero hasta rompió la “Ley contra el trabajo de los niños menores”, e hizo que laváramos los trastos, hiciéramos nuestras camas, aprendiéramos nuestras tareas de la escuela y muchas cosas más; hasta creo que se quedaba despierta por la noche pensando en las cosas que podría obligarnos a hacer, tan sólo por molestarnos: “Que te laves los dientes”, “cepíllate el cabello”, “respeta a los mayores”, “obedece”...

Siempre insistía en que dijéramos la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Así, entre tanta crueldad, transcurrió mi infancia. Para cuando llegamos a la adolescencia y fue más sabia, nuestras vidas se hicieron aún más miserables. Nadie podía tocar el claxon para que saliéramos corriendo, nos avergonzaba hasta el extremo de obligar a nuestros amigos a llegar hasta la puerta de la casa para preguntar por nosotros.

Pasaron los años y resulta que todos sus hijos somos felices. Hemos sabido superar las dificultades de la vida y desarrollar magníficas relaciones tanto en la familia como en nuestros trabajos. ¿A quién debemos culpar de nuestra situación actual?

Tienen razón, a nuestra "Mala Madre".



tomado de Sapiens.ya.com

lunes, 22 de junio de 2009

Los agresores no están locos sino estan mal educados

El profesor Sanmartín, durante la entrevista en su despacho de Valencia


Una antigua alquería agrícola encajada en una bulliciosa avenida de Valencia se ha convertido en uno de los principales centros de estudio del fenómeno de la violencia a nivel internacional. Allí tiene la sede el Centro Reina Sofía. Su director, el profesor José Sanmartín.
En los últimos años ha cobrado auge la violencia de los hijos hacia sus propios padres. ¿Hay más porque aumentan las denuncias o va a más?
Asistimos a un fenómeno altamente preocupante. La mayoría son jóvenes educados de forma muy negligente o permisiva, sin que les fijaran límites a su conducta, lo que ha hecho que su capacidad de frustración haya bajado. Cuando no consiguen algo, se vuelven contra quienes se lo niegan, que son los padres.
¿Está la causa en casa?
Siempre. Los fenómenos de violencia son multicausales, pero hay factores que la precipitan, como el desempleo o la pobreza. Si hay un contexto determinante es el familiar.

¿Dónde cree que está la solución en estos casos?
La familia debe tener presente que educar mejor no significa decir sí a todo. Eso no es reivindicar una familia autoritaria, todo lo contrario. La vida democrática se basa en el no. No debo hacer esto porque perjudico al otro o porque invado sus derechos. Ahora bien, esto no significa imponer.

Parece contradictorio...
Sé que es difícil de entender y más aún de llevar a la práctica, pero el oficio de ser padres es muy complejo. Es complicado dialogar con un adolescente de 14 años, pero se trata de llegar a acuerdos y de hacerlos cumplir. Cuando no lo conseguimos, el adolescente no tiene guía y se le produce un desnortamiento moral.

En los colegios, ¿se ha mejorado al abordar los fenómenos violentos?
Creo que sí. En cualquier momento podemos asistir a un acontecimiento trágico, pero se ha generalizado una conciencia acerca de lo intolerable de un fenómeno que estaba oculto.

¿Quiénes colaboran menos?
Debería haber una mayor implicación de los padres. Se sienten casi heridos cuando tienen conocimiento de que su hijo ha tenido actitudes agresivas y piensan que debe resolverse en la escuela, y no es verdad: la mayor parte de los problemas que afloran en la escuela los traen de casa.

¿Qué tipo de violencia es la más frecuente en los centros escolares?
La emocional o psicológica, que es muy dura, seguida de la física. A gran distancia se encuentran la de carácter sexual. Luego hay entre un 2% y un 3% de casos donde adquiere la forma extrema de tortura.

El llamado acoso escolar...
Se trata de niños que sienten horror ante la posibilidad de ir al colegio, empiezan a encontrarse mal el domingo por la tarde. Viven torturados.

Se habla de que el profesor ha perdido autoridad en el aula. ¿Es así?
Es verdad. La autoridad no se le puede pedir al maestro cuando la sociedad se la niega. No se puede hacer por decreto, hay que hacer una reconversión de valores sociales. Hoy vale la juventud, la fama... Esa es la desgracia.

¿Es de los que piensa que la televisión fomenta estas actitudes?
En algunas hay una carrera enloquecida hacia el lodazal informativo con espectáculos en los que la intimidad de las personas es comprable. ¿Cómo pedirles que se comporten de una manera si a la vez se les está vendiendo que todo vale por dinero?

¿Y la grabación con móviles?
Es un añadido. Los agresores sienten a veces más placer recreándose en lo vivido y se sienten orgullosos. Conocemos casos, y muchos, de menores que los han usado para hacer fotos y han tratado de venderlas a medios.

¿Por qué no van a menos los casos de violencia machista?
Lo más terrible es que la cifra de asesinadas oscila entre 65 y 75 al año. No hay una tendencia clara de decrecimiento. Nos alarma la gran cantidad de mujeres que, a través de un fenómeno psicológico perverso, caen en la red del agresor. Desarrollan una dependencia emocional que las hace muy vulnerables.

A veces se presenta al agresor como un loco o suicida. ¿Lo es?
En absoluto. El 90% de ellos no están loco, sino mal educados. Dividen el mundo en dos bandos, y hasta se llegan a creer víctimas.¿Cómo se hace la mente del terrorista?
No nace, se va haciendo a través de una radicalización en la familia, la calle o la escuela, y acaba cayendo en un grupo donde se justifica. El grupo clandestino le da algo más que un motivo para matar: un significado a su existencia. Se creen soldados en una guerra defensiva y justa.

¿Es posible su reinserción social?
Es difícil salir. Tienen una estructura profundamente sectaria: el grupo piensa por ti y es hasta tu madre, en lo ideológico y lo religioso. Hace falta una toma de conciencia.

¿Hay que actuar contra los agresores sexuales tras cumplir condena?
Necesitan un seguimiento posterior firme y decidido. Tengo serias dudas sobre la eficacia de medidas como la castración química. Una cosa es el comportamiento en la cárcel y otra al salir. Nos lo deberíamos tomar mucho más en serio, porque acaban reincidiendo ocho de cada diez.

Su último informe habla de 60.000 ancianos maltratados al año en España.
Es en torno al 1,08%, según reconocían las propias víctimas. Sin embargo, cuando preguntamos a los cuidadores, ellos reconocieron que entre el 4% y el 5%. Cuanta más edad y mayores cuotas de dependencia, más maltrato.


Artículo tomado de 20 minutos.es

lunes, 15 de junio de 2009

Algunos consejos para las mamás jóvenes de como educar a sus hijos


Para algunas mamás no es tan fácil educar a sus hijos, les falta información de buenas experiencias.

Cuando los hijos son pequeños, hay que jugar mucho con ellos , aprovechando esos momentos para inculcarles valores y buen comportamiento.
Aunque tampoco se recomienda jugar todo el tiempo acompañándolos, hay que dejar también que jueguen solos , claro está que la madre o una persona de confianza, esté siempre alerta cerca de los niños sin que éstos se den cuenta, por cualquier problema que se pudiera presentar.
Es importante que ellos inventen juegos, no siempre al lado de la “mamacita”. Es aconsejable que no vean televisión, si lo hacen, que sea por muy poco tiempo y siempre programas adecuados.

Las horas de la comida son también momentos problemáticos.
Aquí algunas pautas:

Cuando son muy pequeños, sentarlos en su silla de comer y darles sus alimentos, primero en forma de papilla, y después mezclando diferentes texturas para que se acostumbren a recibir otro tipo de comidas. Tratar de darles una cuchara para que ellos también participen y así vayan aprendiendo a usar los cubiertos.
La hora de comida debe ser agradable,
Procurar ser puntuales en los horarios , tratar de que sean a la misma hora. Es recomendable dar el biberón a las 7 am. Y cuando tienen entre 8 y 9 meses darles la leche en taza acompañando trocitos de pan dentro de la leche.
A las 10 am darles algo fruta, a las 12.30 servirles el almuerzo, Entre 2 y 4 pm. darles leche, con cereal, yogurt etc. A las 6 servirles la comida darles otra porción de leche, y acostarlos temprano.

Los padres deben tener un comportamiento ejemplar, porque los hijos imitan , hay que corregirlos cuando es necesario y cuando los padres dicen sí o no tratar de mantener esa palabra.
(María Luz Novoa )

martes, 2 de junio de 2009

QUIERE QUE SUS HIJOS LOS ESCUCHEN?




A menudo los expertos en educación infantil dan consejos sobre como comunicarse con los hijos.
Gran parte de esta asesoría es teórica y no útil, por lo tanto, lo que mas vale es la experiencia de padres expertos.
1.- Hable menos.- Muchos padres han aprendido tras no pocos fracasos, lo que parece una comunicación abierta, es algo que a menudo tapa los oídos y la boca de los hijos. Un error común es el “sermón” que suele empezar así “cuando yo tenia tu edad….Esto hace que los hijos cierren sus oídos y no registren nada de lo que se les dice.
Un ejemplo sobre los momentos menos agradables que los hijos pasan con sus padres es:“primero gritan” luego viene el discurso “estamos decepcionados” y a continuación comienza el sermón “yo nunca les hice eso a mis padres”. También decir “Cuando tengas hijos, me vas a entender”
Como los chicos sólo perciben el aquí y el ahora, el futuro remoto carece de significado para ellos, por lo tanto, es mejor dar razones específicas y usar el tiempo presente: “No te dejo ir a esa fiesta porque creo que no habrá suficiente vigilancia por parte de adultos”
También es bueno un enfoque indirecto como comentar un artículo periodístico referente al tema que preocupa como quien no quiere la cosa y ellos absorben la información así no sienten que se les esta sermoneando. Este criterio da excelentes resultados por ejemplo en vez de repetirles sin cesar “No tomes bebidas alcohólicas etc. Hablar de artículos de los diarios sobre victimas de algún accidente.

2.- No se exprese con ira..- Cuanto más nos afecte algo en lo emocional, tanto mas probable será que digamos cosas que después desearíamos no haber dicho.
Cuando existe el peligro de que algo la saque de quicio lo mejor es decir;” estoy muy alterada prefiero no decir nada en este momento. Anda a hacer tus cosas y yo iré a buscarte en cuanto me calme”
Muchas veces cuando estamos en compañía de otros adultos nos conducimos con moderación por mas irritados que nos sintamos, de igual forma debemos comportarnos con nuestros hijos.

3,- Escuche a sus hijos con imparcialidad.- Significa no abrir la boca hasta que su hijo la cierre. “escuche hasta el final diga lo que diga. Y si ud. monta en cólera antes de que su hijo termine de explicarse ofrézcale disculpas”..

En cuanto haya terminado de hablar pregúntele si eso es lo que esencialmente era lo que se proponía comunicar. Y antes de dar consejos cerciórese de lo que su hijo ha querido decir.

4.- Busque el momento oportuno. La manera de hablar o escuchar importa tanto como el momento que se elige para hacerlo. Los mejores momentos son cuando se van a la cama o la hora de comer. Y preguntarles ¿Qué fue lo mejor del día? ¿Qué fue lo peor? Y así aprendemos mucho de ellos

5 .Hábleles con amor.-El afecto que constituye la manera más sutil y delicada para comunicarse, prevalece en las familias muy unidas

6.- Valore las opiniones de sus hijos Escuchar siempre y prestar interés en las idear y sugerencia de los hijos, aunque no las pongan en práctica. Esto refuerza mucho su autoestima.

Naturalmente, organizar la vida familiar e imponer la disciplina entraña a menudo decisiones que sólo pueden tomar los padres. Si usted fija la norma de que todas las tareas escolares deben terminarse antes de encender el televisor, discutir el tema no los llevará a ninguna parte-. Esto no significa que usted este bloqueando la comunicación abierta sino que es lo bastante inteligente para decidir cuándo poner fin a una discusión en bien de todos.

sábado, 9 de mayo de 2009

Los modales en China


Los chinos no pueden decir te quiero.
Muchos chinos se muestran "vergonzosos" a la hora de expresar el amor que sienten hacia otras personas y son incapaces de pronunciar las palabras te quiero, según un sondeo llevado a cabo en la ciudad de Pekín.

Para Hu Shoujun, sociólogo de la Universidad de Fudan de Shanghai "la personalidad de los chinos es generalmente calmada, reservada y seria. Para los chinos resulta innecesario e incluso extraño mostrar sus sentimientos a familiares y amigos".

El amor materno, mejor por tarjeta
Este es el caso de Stella Wang, una chica de 27 años, que explica que a pesar del amor que siente hacia su madre le resulta bastante extraño decirle 'te quiero' en persona, así que cuando llega la hora de celebrar un aniversario prefiere decírselo por medio de tarjetas postales.

Según el sondeo llevado a cabo por la página web zhaopin.com, la figura de la madre ocupa un lugar muy importante en la sociedad china, pero son muchos los que se sienten "incómodos" a la hora de expresarle sus sentimientos.

"Son muchos los chinos que nunca dirán la palabra 'te quiero' ni una sola vez en toda su vida", dijo a la prensa un profesor estadounidense residente en China.


tomado de El mundo.es

lunes, 16 de febrero de 2009

Eduquemos contando cuentos a nuestros niños


Contar cuentos sin libros ni dibujos, cuentos inventados y personalizados antes de dormir permiten establecer un nexo fortísimo con los niños. Al ser con la habitación en penumbra y los niños acostados, tal y como me gusta a mí hacerlo, es una ayuda muy eficaz para contrarrestar la falta de atención que sufren muchos niños actualmente , provocada por vivir en un mundo con tantos sobreestímulos visuales. Bajo la débil luz del pasillo, y con la tranquilizadora presencia de sus padres, los niños abren sus oídos dispuestos a transportarse al mundo del cuento, y sin darse cuenta, están aprendiendo a centrar su atención; no sólo eso, además lo hacen utilizando el oído como sentido primario, muy al contrario de lo que habrá sucedido durante el día. Yo suelo aprovechar esta situación para estimular aún más su parte visual, pero en el aspecto creativo, que ante tantos estímulos tan perfectamente fabricados, muchos no desarrollan debidamente; así que lleno los cuentos y sus personajes de marcados y vivos colores, obligándoles a imaginar cada parte del cuento.

No quiero acabar sin remarcar las ventajas de personalizar los cuentos (a quien le parezca difícil hacerlo cada día, aquí cuento cómo hacerlo de forma facilísima). Un cuento personalizado es una herramienta increíblemente eficaz para "analizar" los comportamientos de los niños durante ese día. Aprovechando la cercanía en el tiempo y la frescura de sus recuerdos sobre lo acontecido, mediante el cuento podemos alabar lo que hayan hecho bien, o censurar y tratar de cambiar aquello que no hicieron tan bien. En ese momento tan emotivo, los niños están tan accesibles y dispuestos, que un cuento que ejemplifique claramente la actitud a seguir será mucho más eficaz que varias horas de sermones y buenas palabras.



Nota tomada de cuentos para dormir.com

lunes, 9 de febrero de 2009

Los peruanos son huachafos, dice Frieda Holler


La ex Miss Perú y empresaria Frieda Holler hablo sobre el lanzamiento de su quinto libro esta vez dedicado a los caballeros."Gracias a Dios mis publicaciones han roto fronteras. En esta oportunidad no quiero dejar de lado a los caballeros y por eso mi quinta obra estará dedicada a ellos. Les aseguro que será un éxito. Ya tengo el machote y pronto verán el libro en las vitrinas", expresó la especialista en etiqueta social.


Tratando el tema "Los modales son importantes ¿Dónde quedaron?", Frieda Holler añadió tajantemente: "Los peruanos son huachafos. Hace poco Mario Vargas Llosa dijo que la huachafería limeña se nota en el vestirse y comportarse. Hay tantas cosas en este caso, ejemplo cuando vemos conversar en el celular a tantas personas en alta voz es desagradable. Francamente de ver da ganas de pegarle, peor si lo ves hablando en la iglesia o en el cine, eso es una falta impresionante", indicó.

La especialista en etiqueta social recordó que en su juventud cuando caminaba por las calles los caballeros eran educados al saludar a una dama cuando se cruzaba por su camino.

"Eran otros años y todas llevábamos guantes. En una oportunidad estaba con mi madre por el Centro de Lima, y un joven le dijo a mi progenitora: "Señora vaya usted con Dios, pues me iré con su hija". ¿Se dan cuenta? Eran otros tiempos y otros piropos. Ahora todo es diferente porque todo es agresión. No hay duda todo ha cambiado en cuanto al respeto, modales etc.",

jueves, 29 de enero de 2009

No debemos admitir a los amigos de nuestros amigos en Facebook etc.


"No debemos admitir a los amigos de nuestros amigos en las redes sociales -Tuenti, Facebook, MySpace- porque perdemos el control", es uno de los mensajes centrales de la Agencia de Protección de Datos de la Comunidad de Madrid a los 404 Institutos de Enseñanza Secundaria de la región.
"La idea es transmitirles los riesgos que pueden tener sus actividades en Internet, en las redes sociales o a través de los teléfonos móviles", explicó Emilio Aced Félez, subdirector de Registro de Ficheros de la APDM.

La campaña, que llega de forma directa a 80.000 alumnos de estos centros públicos madrileños, está destinada a sensibilizar a los jóvenes sobre el uso de las nuevas tecnologías de la información: redes sociales, mensajería instantánea, chats y telefonía móvil.

Utilizar Tuenti, Facebook o Myspace "en sí mismo no es peligroso. Una red social en el fondo reproduce una realidad social real y en la sociedad real encontramos personas buenas y personas malas", señala Aced Félez.

En estas redes "hay gente muy buena con la que merece la pena relacionarse y hay otras personas que están precisamente a causar daño a otras personas acosándolas, chantajeándolas, incluso con temas de pornografía, pederastia o acoso sexual".

Félez advirtió que "hay que tener cuidado con las fotos que subimos. Si son fotos de otros, tener cuidado de que tengamos la autorización de esas personas, y tampoco debemos poner nuestros datos reales, donde vivimos, cuál es nuestro teléfono; y, por supuesto, no dar información de tarjetas de crédito o bancarias".

"Cuando estamos en el mundo virtual muchas veces no sabemos quién está al otro lado de verdad ni qué intenciones tiene. Tenemos que ser prudentes a la hora de relacionarnos con personas que no conocemos", argumentó Emilio Aced.

domingo, 11 de enero de 2009

Lo guardo por si acaso


Un 4% de la población mundial está afectada por el Síndrome de Acumulación Compulsiva, consistente en guardar cosas en casa por si algún día resultaran necesarias.


Las personas afectadas por el Síndrome de Acumulación Compulsiva se caracterizan por tener grandes dificultades para deshacerse de objetos que la mayoría de la población considera inservibles. Uno de los responsables del estudio, Alberto Pertusa, señala la importancia de diferenciar este trastorno del síndrome de Diógenes.

"En el caso de Diógenes, la patología está asociada a una demencia y las personas que la sufren viven en un estado de dejadez", explica Pertusa, quien destaca que "ellos mismos no se cuidan, no se lavan y no mantienen su higiene y la de sus casas, por lo que acumulan basura en el interior".

En el caso del Síndrome de Acumulación Compulsiva, "las personas que lo sufren parecen normales y fuera de sus hogares no parece que tengan ningún problema", explica Pertusa, que destaca que sólo cuando se va a sus casas se descubre "que están abarrotadas de objetos inservibles o sin valor".

Estas personas almacenan muebles viejos o libros, que tienen para ellos un valor sentimental, diarios antiguos, por si algún día necesitan volver a consultarlos, o maderas por si un día deciden fabricar un mueble. "Todos podemos sentir la necesidad de guardar objetos con un determinado valor sentimental para nosotros. El problema se produce cuando esta necesidad dificulta nuestro día a día, cuando la acumulación de objetos hace impracticable nuestra casa y cuando nos sentimos avergonzados de recibir visitas en casa porque entendemos que la situación no es normal", explica el responsable del estudio.

Alberto Pertusa asegura que no existen estudios epidemiológicos de prevalencia de este trastorno en España. "A pesar de ello, podemos afirmar que es más frecuente de lo que se puede pensar", explica Pertusa, y apunta que "un 4% de la población mundial puede sufrir este trastorno, aunque no hay unos criterios de diagnóstico establecidos y éste es un área poco conocida".

La investigación del Síndrome de Acumulación Compulsiva es un área nueva de investigación que, según los investigadores, ha permanecido oculta. "Los pacientes acostumbran a silenciarlo y son los familiares, si los hay, los que alertan sobre la situación de la persona", explica Pertusa.

El tratamiento del Síndrome de Acumulación Compulsiva es complicado porque no existen fármacos para poder hacer frente a la patología, que se trata con terapia psicoterapeuta de tipo conductual. "El tratamiento más prometedor parece el psicológico, en el que el terapeuta ayuda al enfermo a entender que no es necesario guardar todos esos objetos. Pero es importante que el paciente entienda e interiorice esta información porque no serviría de nada limpiar la casa para que después, cuando el terapeuta haya marchado, la vuelvan a llenar de cosas", explica Alberto Pertusa.

El investigador asegura que "hay que encontrar el método para que el enfermo pueda deshacerse de los objetos, hallar la manera de vivir sin esas cosas y poder superar la ansiedad que sufren en el momento de tirarlos".


¿Tienes el hábito de juntar objetos inútiles, creyendo que un día (quien sabe cuándo) vas a necesitar?
¿Tienes el hábito de juntar dinero, solo para no gastarlo pues piensas que en el futuro podrá hacerte falta?
¿Tienes el hábito de guardar ropa, zapatos, muebles, utensilios domésticos y otras cosas del hogar que ya no usas desde hace mucho tiempo?
¿Y dentro tuyo...?
¿Tienes el hábito de guardar broncas, resntimientos, tristezas, miedos y demás?
!No hagas eso!
!Va contra tu prosperidad!
Es preciso que dejes un espacio, un vacío, para que cosas nuevas lleguen a tu vida.
Es preciso que te deshagas de todo lo inútil que hay en tí y en tu vida, para que la prosperidad llegue.
La fuerza del vacío es lo que absorberá y atraerá todo lo que deseas.
Mientras estés material o emocionalmente cargando sentimientos viejos e inútiles, no tendrás espacio para nuevas opotunidades.
Los bienes necesitan circular...
Limpia los cajones, los armarios, la despensa, el garaje...
Da lo que ya no uses...
La actitud de guardar un montón de cosas inútiles encadena tu vida.
No son los objetos guardados los que estancan tu vida...sino el significado de la actitud de guardar...
Cuando se guarda, se considera la posibilidad de falta, de carencia...se cree que mañana podrá faltar, y que no tendrás manera de cubrir las necesidades...
Con esa idea le estás enviando dos mensajes a tu cerebro y a tu vida:
-Que no confías en el mañana...
-y que piensas que lo nuevo y lo mejor no son para tí.
Por eso te alegras guardando cosas viejas e inútiles.
Deshazte de lo que ya perdió el color y el brillo...deja entrar lo nuevo a tu casa...y dentro de tí mismo.

Fuente: mis ojos azules
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