Los funcionarios enfrentarán un posible despido si se los llegase a atrapar con prostitutas, consumiendo drogas, en caso de abandono familiar o por no ocuparse de sus padres. La medida es para frenar la creciente corrupción
Los 6.5 millones de empleados públicos de China recibieron una advertencia el último día de abril: podrán ser despedidos de poseer un amante o en caso de no ocuparse de los parientes mayores, según anunció People's Daily. Así lo disponen los nuevos lineamientos éticos, destinados a frenar la creciente corrupción.
El primer ministro, Wen Jiabao, firmó el código de conducta que permitirá "entrometerse" profundamente en la vida privada de los burócratas, una vez que entre en vigencia en junio. El principal objetivo de las nuevas regulaciones es impedir el abuso de poder a cambio de un rédito financiero.
Los empleados públicos también pueden ser despedidos por realizar negocios laterales sin autorización, además de las ya conocidas coima y malversación de fondos. Beijing ha intentado controlar la corrupción desde hace varios años, pero más allá de un puñado de arrestos de alto perfil, como el secretario del partido en Shanghai Chen Liangy, el problema sigue en aumento.
Los medios estatales han vinculado varios casos recientes con el "estilo de vida degenerado" de los culpables. En junio del año pasado, el ex vicealcalde de Beijing fue despedido en medio de rumores sobre la utilización de fondos ilegales para mantener un palacio de su propiedad en las afueras de la ciudad. Los medios afirmaron que fue delatado por su amante, celosa de su relación con otra mujer. Cuatro meses más tarde, el director de la Oficina Nacional de Estadísticas, Qiu Xiaohua, fue despedido por las denuncias sobre desviación de fondos públicos utilizada para mantener una relación bígama.
Las nuevas regulaciones incluyen castigos para los empleados públicos que prolonguen excesivamente sus viajes al exterior. Esto refleja el temor del gobierno a que muchos funcionarios disfruten de ganancias ilegales y relaciones extramatrimoniales fuera del país.
La agencia de noticias Xinhua informó que desde el 98', 300 empleados del gobierno huyeron al exterior. Un cálculo estima que huyeron más o menos cuatro mil funcionarios sospechados de cometer delitos por un total de 50 mil millones de dólares, desde el inicio de las reformas de mercado en el país.
Durante años, los egresados universitarios se desesperaban por obtener empleos en la administración pública, considerados una vía rápida hacia la riqueza. Pero los nuevos lineamientos intentan enfatizar las responsabilidades y las restricciones de la función pública. Los funcionarios enfrentan castigos por negligencia que resulta en accidentes evitables, contaminación o protestas públicas. También se les prohíbe participar en huelgas, sumarse a organizaciones ilegales u organizar 'encuentros supersticiosos'.
Tomado de Clarín.com
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