No puede haber mesa bien servida sin una persona que conozca a fondo la etiqueta del comedor.
Antes de sentarse en la mesa, los vasos deben estar con agua.
Hay algunas cosas que ya pueden estar servidas, antes que los comensales pasen al comedor: los platos de entrada.
Los platos usados se quitan por la izquierda con la mano izquierda y el plato limpio se pone en su lugar con la mano derecha por el lado izquierdo.
Los platos se sacan uno a la vez, pero en una casa donde el servicio es limitado, es correcto también quitar con una mano el plato grande y con la otra la del pan cuando ya se ha comido el último plato y se va a servir el postre.
No se debe poner un plato ni limpio ni usado encima del otro, al servir o al retirarlo.
Las fuentes invariablemente se presentan por la izquierda del comensal, y él o la empleada las sostienen sobre la mano izquierda manteniendo su brazo derecho tras de la espalda. Esto permite acercarse mas a la persona a quien está sirviendo, lo que evita posibles accidentes.
Es incorrecto, que el empleado o la empleada sirva sosteniendo la fuente con una mano y llevando los alimentos a cada plato con un tenedor y cuchara sostenidos con la otra mano, tal como lo hacen los mozos en los hoteles.
El agua y el vino se servirán por la derecha.
Si hay cuchillos que no han sido usados, se quitarán por la derecha, también poniéndolos en una bandeja.
El orden del servicio es el siguiente: cuando no hay invitados se sirve primero a la dueña de casa. Cuando hay invitados se sirve primero a la invitada "de honor" que estará sentada a la derecha del dueño de casa.
El o la empleada presenta con la mano derecha los cubiertos de servir a la primera persona en servirse.
Después de servirse la invitada, los cubiertos quedan en la fuente y así se presenta la fuente a las demás personas. Es correcto servir primero a las damas luego a los caballeros.
La fuente en las comidas íntimas habitualmente se pasa 2 veces sin pregunta previa.
Después del último plato se quitan los saleros y los cubiertos que no se hayan usado.
Lo ideal para la dueña de casa es no tener que hacer indicación alguna a los empleados mientran se está sirviendo. Esto se logra educando bien
Antes de sentarse en la mesa, los vasos deben estar con agua.
Hay algunas cosas que ya pueden estar servidas, antes que los comensales pasen al comedor: los platos de entrada.
Los platos usados se quitan por la izquierda con la mano izquierda y el plato limpio se pone en su lugar con la mano derecha por el lado izquierdo.
Los platos se sacan uno a la vez, pero en una casa donde el servicio es limitado, es correcto también quitar con una mano el plato grande y con la otra la del pan cuando ya se ha comido el último plato y se va a servir el postre.
No se debe poner un plato ni limpio ni usado encima del otro, al servir o al retirarlo.
Las fuentes invariablemente se presentan por la izquierda del comensal, y él o la empleada las sostienen sobre la mano izquierda manteniendo su brazo derecho tras de la espalda. Esto permite acercarse mas a la persona a quien está sirviendo, lo que evita posibles accidentes.
Es incorrecto, que el empleado o la empleada sirva sosteniendo la fuente con una mano y llevando los alimentos a cada plato con un tenedor y cuchara sostenidos con la otra mano, tal como lo hacen los mozos en los hoteles.
El agua y el vino se servirán por la derecha.
Si hay cuchillos que no han sido usados, se quitarán por la derecha, también poniéndolos en una bandeja.
El orden del servicio es el siguiente: cuando no hay invitados se sirve primero a la dueña de casa. Cuando hay invitados se sirve primero a la invitada "de honor" que estará sentada a la derecha del dueño de casa.
El o la empleada presenta con la mano derecha los cubiertos de servir a la primera persona en servirse.
Después de servirse la invitada, los cubiertos quedan en la fuente y así se presenta la fuente a las demás personas. Es correcto servir primero a las damas luego a los caballeros.
La fuente en las comidas íntimas habitualmente se pasa 2 veces sin pregunta previa.
Después del último plato se quitan los saleros y los cubiertos que no se hayan usado.
Lo ideal para la dueña de casa es no tener que hacer indicación alguna a los empleados mientran se está sirviendo. Esto se logra educando bien
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