Si es un líder nato, una persona insegura, bien o mal educada, todo puede advertirse a partir la vestimenta que una persona elija. Aprenda a desentrañar personalidades con sólo prestar atención a quien pasa delante suyo
Según dicen expertos, "la ropa habla y dice muchas cosas sobre su dueño". El sitio En Plenitud publicó que una vez que las personas aprenden a prestar atención a este aspecto ya no tendrán que guiarse por lo que le digan, que a menudo puede ser falso, y que podrán comenzar a hacerse de información desde una fuente novedosa, confiable y no verbal.
Según dicen expertos, "la ropa habla y dice muchas cosas sobre su dueño". El sitio En Plenitud publicó que una vez que las personas aprenden a prestar atención a este aspecto ya no tendrán que guiarse por lo que le digan, que a menudo puede ser falso, y que podrán comenzar a hacerse de información desde una fuente novedosa, confiable y no verbal.
Cada quien con su cada quien
Si alguien viste de apariencia pulcra -dado que la mayoría de los jóvenes no lo son- será con frecuencia el resultado de años de entrenamiento en manos de padres severos o años de usar uniforme en la escuela o en el ejército. Asimismo, podría tratarse de un deseo poderoso de ser la antítesis de unos padres descuidados. Lo cierto es que esta apariencia apunta a una disciplina fuera de lo común que suele traducirse en una ética fuertemente ejercitada y en un hábito de conclusión de lo iniciado.
Por el contrario, un atuendo descuidado (con prendas demasiado grandes, demasiado pequeñas, están hechas harapos o no han conocido lo que es una plancha) marca la presencia de que el usuario carece de disciplina y que no se interesa en los detalles. Puede ser el resultado de haber crecido en un ambiente en donde la vestimenta adecuada no era una prioridad, o puede tratarse de una rebelión contra una crianza severa y estructurada. A menudo, un atuendo descuidado viene acompañado de un ámbito laboral desordenado, un auto sucio y una casa descuidada. Vestir a la moda, pero sin sentido común (como usar pantalones cortos en lo más crudo del invierno o sandalias en la nieve) "muestra" a una persona insegura, cuyo único objetivo es seguir ciegamente una tendencia para llamar la atención, sentirse importante y elevar su autoestima. Un atuendo desarreglado con accesorios de nivel o lo que denominan un look “quiero pero no puedo” es una característica segura de alguien que aspira a algo que no es; nada que ver con una persona verdaderamente adinerada y distinguida. El sujeto rico no necesita confiar en los símbolos para mostrar su abundancia, sino que elige invertir en telas exquisitas y confecciones expertas, acompañadas de un calce a medida.
Demasiada piel a la vista -escotes profundos, pantalones de tiro bajo, y polleras excesivamente cortas- no son necesariamente una sabia elección. Mientras que no existe un sustituto para el calce adecuado de la ropa, sí hay una delgada línea entre mostrar la figura y hacer ostentación del cuerpo. Dicen que las ropas deben ser lo suficientemente ceñidas como para mostrar la figura de mujer, y lo suficientemente sueltas como para dejar ver que es una dama. Y hay una gran verdad en este dicho: los hombres ven a las mujeres que muestran mucha piel como posibles compañeras de cama. No obstante, aquéllas que se visten en forma más conservadora suelen ser vistas como compañeras de vida.
Evento correcto, vestimenta equivocada:Las personas que usan ropas inapropiadas para una situación, a menudo, son vistas como poco instruidas.
Si ellas desconocen las prendas que constituyen un atuendo de negocios apropiado, por ejemplo, los demás asumirán que hay alguna carencia en su educación. Ahora, usted seguramente se tomará un tiempo para analizar su propia apariencia y determinar qué está queriendo decir al resto de las personas.
Infobae.com
1 comentario:
¡Gracias por esta labor de difusión!
Excelente post.
Saludos cordiales.
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