martes, 30 de abril de 2013

Consejos para que los niños respeten a sus padres






No olvidar que los padres son un modelo a seguir las 24 horas del día. Si un padre no respeta a la madre, los hijos verán que es así como se trata a las personas.
Poner límites. No dejar que hagan lo que quieran, llamarles la atención para indicarles qué es lo que no han hecho bien.
—Cuando nuestro comportamiento no es correcto, saber perdir perdón y reconocer que nos hemos equivocado.
—Enseñarles que cuando se equivocan obtendrán un castigo y cuando lo hacen bien un premio, para que tengan referencias de las consecuencias.
No debemos hacer chantajes emocionales, ni permitir los de ellos.
—Fomentar y hablar con los hijos de situaciones en las que el respeto sea la clave del éxito.

Es fácil encontrar a un grupo de padres comentando que los niños de ahora no tienen respeto por los demás. Sobran los ejemplos de casos sobre jóvenes que insultan a profesores, atacan las diferencias de otras personas, les pegan... ¿Hay alguna fórmula para conseguir inculcar en los niños el respeto?
Fórmula única no hay, pero en lo que insisten los expertos en la materia es en que hay que transmitir el respeto desde la infancia más temprana. «Si aceptamos ofensas, violencia y humillaciones, estamos dejando de respetar nuestra propia dignidad —asegura el psicólogo Javier Urra en su último libro "Respuestas prácticas para padres agobiados"—. Hay que dar ejemplo a nuestros hijos con conductas respetuosas y con explicaciones claras sobre los beneficios de la diferencia. Los padres no hemos de ser solemnes, pero sí debemos hacernos respetar. La salud familiar exige respeto, pero para ello es imprescindible tener tolerancia y un alto grado de aceptación de lo distinto, una actitud abierta, de escucha y generosidad».
Asegura que un primer paso es tener respeto por uno mismo, «y comportarse correctamente tanto cuando uno está acompañado como cuando está solo. Hay acciones muy cotidianas que son muy habituales entre los jóvenes: poner la música muy alta, no levantarse en el metro para ceder el asiento a un anciano, no respetar al profesor, no ir bien arreglado cuando se va a una visita, llamar de manera inadecuada a un camarero... Los padres deben dar ejemplo para que los más pequeños observen que hay ciertas pautas de comportamiento que se deben seguir.

A los padres les cuesta imponerse

Quizá, la razón por la que los hijos sienten ahora menos respeto por los demás es porque a los padres les resulta más difícil plantarse ante ellos y decir NO. «Lo vemos claramente en las consultas, cuando unos padres llegan con su hijo pequeño y mientras nosotros hablamos, el pequeño está destrozando la consulta sin que sus padres le digan nada porque así el niño está calladito —asegura Amable Cima, profesor del departamenteo de Ceu San Pablo—. Deberían llamarle la atención de inmediato y enseñarle que hay cosas que no se pueden hacer. Y lo mismo ocurre en un restaurante, un centro comercial, un parque...».

Añade que no lo hacen principalmente por la vergüenza que supone que el niño tenga una rabieta, «sin embargo, más vergüenza debería darles que el resto de las personas vean un comportamiento indeseable y que piensen que su hijo es un maleducado».

Nota: Este artículo lo he tomado de Prensa Escrita del diario ABC)
Imagen: Igtorres50.blogspot.com

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