Muchos padres no quieren reconocer la importancia que la psicología atribuye al medio ambiente como factor formativo del carácter. Alegan el argumento tan conocido, repetido tantas veces, de que los hermanos criados en el mismo hogar desarrollan personalidades a veces muy diferentes, y hasta oímos decir que casi todas las familias tienen que tener su "oveja negra".
Sin embargo, al razonar así, se está pasando por alto una verdad básica: un mismo hogar no garantiza un medio igual. El hogar resulta, en muchos aspectos, diferente para cada uno de los niños de la familia.
Por ejemplo, el lugar que ocupa el niño, entre todos sus hermanos y hermanas, en el orden de nacimiento, puede producir diferencias notables en el ambiente que percibe en torno suyo. Si a esto se añade alguna preferencia por parte del padre o de la madre a favor de alguno de los hijos o hijas, la situación se hace muchísimo más compleja. Y también puede complicarse si uno de los hermanos parece tener alguna capacidad o talento especial de que los demás carezcan.
Todas estas diferencias, que están operando y haciéndose sentir dentro de un medio ambiente aparentemente igual para todos, se sobreponen al equipo fisiológico u orgánico que el niño trae consigo al nacer. aunque el medio contribuye notablemente a determinar el carácter y la conducta, no podemos olvidarnos de que también ejerce su influencia en función de la herencia..
No hay que esperar, pues, que toda familia deba tener sus "santos" y sus "ovejas negras", pero tampoco hay que dar por sentado que el hecho de crecer en el mismo hogar, o de educarse en las mismas escuelas y con los mismos profesores, vaya a producir hermanos y hermanas "fabricados en serie", pues siempre habrá diferencias, mayores o menores entre ellos..
Ahora bien, esas diferencias no implican en modo alguno que el medio ambiente "no tenga importancia". Sí la tiene y grande. Lo que ocurre es que un mismo medio no influye en forma idéntica a todos los sujetos( ni en lo positivo ni en lo negativo). Hay que procurar que el ambiente sea física y emocionalmente sano, pero sin olvidar que siempre habrá diferencias en el modo de reaccionar ante el mismo por parte de los distintos hermanos y hermanas.
Es muy importante conocer como cada persona se desarrolla desde su niñez (dentro y fuera del hogar) influìdo por las condiciones del medio que determinan en gran medida lo que el niño aprende o deja de aprender. Esto último - lo que se deja de aprender - muchas veces es más importante que lo aprendido.
Hay casos conocidos de niños que desde pequeños han vivido entre fieras y animales casi desde su nacimiento y se prueba cómo el hombre no puede desarrollar sus características humanas si no se desenvuelve dentro del medio apropiado. En otras palabras el hombre no nace hombre. Se hace hombre. Adquiere por contacto social las características humanas y la cultura recibida por la tradición, no la herencia biológica o física lo que constituye su verdadera humanidad.