lunes, 26 de diciembre de 2011

Que debemos saber para elegir una buena niñera para nuestros hijos



Muchas mujeres comienzan a trabajar antes de que sus hijos empiecen a ir al colegio y se ven en la obligación de tener que dejarlos en manos de terceros. Las primeras personas en las que se piensa son los abuelos, pero ¿qué pasa cuando éstos no pueden encargarse del pequeño? Es en este momento cuando tenemos que recurrir a contratar a una persona. Una de las decisiones más costosas y difíciles por miedo a cómo ésta tratará a tu pequeño. La mayor parte de las niñeras o canguros son mujeres desocupadas y el resto son enfermeras, profesionales de educación infantil o estudiantes universitarias que buscan sacarse algo de dinero para sus gastos. En este sentido, este último grupo no tiene una disponibilidad de horario completa, por ello, antes de contratar, debemos asegurarnos de que su horario será compatible con tus necesidades. Por otro lado, tienes que pensar también si vas a necesitar a la niñera de forma continua durante un largo periodo de tiempo u ocasionalmente.

¿En qué tenemos que fijarnos?
Tienes que tener muy claro que la persona con la que dejas a tu hijo es la mejor y te da confianza y seguridad, ya que serán muchas las horas que tu pequeño va a pasar con la canguro. La elección de una buena niñera es crucial tanto para ti como para tu hijo porque, como nos explica Martín, “si el niño está en buenas manos no le afecta negativamente que le cuide otra persona, su desarrollo va a ser normal y adecuado”. Durante la entrevista tienes que asegurarte de algunas cosas antes de contratar a esa persona para que luego todo vaya sobre ruedas.

Lo primero que tienes que saber es si el candidato al puesto tiene experiencia. Por mucho que su expediente estudiantil sea brillante, lo que realmente importa es si ha tratado con niños y sabe qué tiene que hacer en todo momento si surge algún problema con el pequeño, aunque, como es obvio, la formación es imprescindible. Por ello, es importante que el día que tengas la entrevista con la niñera acudas con tu hijo para ver cual es la actitud que adopta. Otra manera de conocer un poco más su experiencia es que la entrevista sea en tu casa y la canguro atienda a tu hijo mientras tú haces otras cosas, de esta forma, conocerás un poco mejor su forma de trabajar con los niños.

Antes de contratar a nadie pide siempre referencias. En este caso, ponte en contacto con otras personas para las que haya trabajado. No hay nada mejor que conocer lo que opinan el resto de personas que la han contratado. Su experiencia con esa persona es muy valiosa para ti.

Si te decides a contratar a alguien para que cuide a tu hijo dale siempre instrucciones claras sobre la rutina que tiene que seguir el pequeño y cómo ponerse en contacto contigo si surge algún tipo de problema. No te olvides tampoco de darle el contacto de algún familiar o amigo de confianza por si no puede localizarte a ti.

Algo que si es importante tener en cuenta según Martín es que “hasta los 3 o 4 años aproximadamente, el niño necesita a su madre para poder alcanzar una buena autoestima y tener confianza en sí mismo, aunque depende también del niño porque los hay que dependen más de su madre que otros”. Por este motivo, sería bueno que, si la madre es trabajadora y el niño es cuidado por otra persona, durante este periodo destacado por el psicólogo Ángel Martín, la madre tratara de pasar el mayor tiempo posible de su tiempo libre junto al niño.

Ventajas y desventajas
Entre las ventajas que habría que destacar, está la atención personalizada que tiene tu hijo y el hecho de encontrarse en un ambiente conocido como es tu casa. Además, si la niñera contratada es buena, el niño también recibirá educación que le ayudará a desarrollarse y evolucionar antes de llegar al colegio.

Pero también existen una serie de desventajas a la hora de contratar una niñera y es que es muy difícil encontrar a una buena candidata. Eso sin tener en cuenta el precio - normalmente por horas - aunque si tienes más de un hijo probablemente te saldrá mucho más rentable que llevarles a una guardería.

Por último, debes tener en cuenta que si decides contratar una niñera en vez de llevar a tu hijo a una guardería, éste no tendrá contacto con otros niños a la hora de jugar.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Prepárese para la cena de Navidad: diez errores 'imperdonables'





Las fiestas navideñas dan pie a comidas o cenas un poco más formales de lo habitual. Estos son sólo algunos consejos para quedar como el perfecto invitado
Para quedar como 'el perfecto invitado' es imprescindible no saltarse algunas normas básicas de protocolo en la mesa La confianza con nuestros familiares y amigos hace que no siempre cuidemos del todo nuestros buenos modos en la mesa. Con las navidades a la vuelta de la esquina y la perspectiva de comidas y cenas un poco más formales de lo habitual pensamos que no está de más recordar algunos de esos errores ‘imperdonables’ relacionados con ‘las cosas del comer’. Normas muy básicas, pero que a veces pasamos por alto y que nos harán quedar como el peor de los invitados...

•Por su puesto, deberás tener cuidado parar no hablar con la boca llena de comida o masticar con la boca abierta.

•Evita comer pedazos demasiado grandes de comida.

•Comer ‘a dos carrillos’ tampoco resultado demasiado elegante.

•Si necesitas sacar de la boca alguna espina, huesecillo o pipa de fruta, nunca lo hagas directamente de la boca al plato. Utiliza, de forma lo más discreta posible, la mano o la servilleta.

•No agites los cubiertos mientras hablas, menos aún con comida ensartada en ellos.

•Si fumas, no lo hagas nunca entre plato y plato.

•Recuerda que una cosa es alabar la labor del cocinero (eso está bien) y otra muy distinta emitir un ‘hummm’ exagerado de placer cada vez que te llevas un bocado a la boca.

•No ensartes en el tenedor comida de distintos platos. Prueba los distintos alimentos de uno en uno.

•No mezcles en la boca bebida y comida salvo que sea absolutamente necesario (por ejemplo, te quemas al probar algo) y, aún así, hazlo con discreción.

•Si notas que un pedacito de comida se ha introducido entre tus dientes, aguantarás ‘estoicamente’ hasta el final de la comida, momento de ir al baño a limpiarte la boca. En la mesa ¡prohibido los palillos para estos menesteres!

¿Qué hacer cuando tu niño o niña dice su primera palabrota?




En el desarrollo que los niños de edades comprendidas entre 1 y 5 años tiendan de forma innata a la imitación de todo lo que ven y escuchan a su alrededor y en nuestra sociedad, es muy común el uso de expresiones malsonantes, por lo tanto, cualquier niño puede articularlas Ante este fatal acontecimiento cada adulto reacciona de una manera diferente: unos ríen, otros se enfadan e incluso se avergüenzan, dependiendo del lugar y las circunstancias en las que transcurra. Lo que todos los padres tienen claro, es que no quieren que ese tipo de palabras formen parte del lenguaje habitual de sus hijos.

Causas que llevan al niño a pronunciarlas
Los niños entre 3 y 5 años atraviesan una etapa de desarrollo muy especial. Salen poco a poco de su caparazón para empezar a ser conscientes de todo lo que les rodea, explorar y relacionarse con los demás, siempre desde el punto de vista de su mundo interior.
Para llevar a cabo estas actividades, los pequeños se valen entre otras cosas del lenguaje. Con él, expresan sus sentimientos, necesidades e ideas mientras aprenden las reglas básicas de la sociedad en la que crecen. Progresivamente, nuestro hijo irá descubriendo el significado real del lenguaje, y lo utilizará para expresarse con los demás, pudiendo empezar a incluir entre sus palabras más comunes las temidas palabrotas o tacos. Éstas pueden surgir por varias causas: imitación de su entorno cercano, llamar la atención de sus padres, buscar independencia o tratar de superar los límites establecidos.

La acción de imitar es totalmente necesaria para su desarrollo intelectual. A través de ella, se muestra el carácter subjetivo de la inteligencia del niño a esas edades, así como el uso que realizan de las imágenes mentales.

Qué hacer para evitarlas
Evitar que nuestros niños pequeños digan palabrotas exige una lucha conjunta y constante entre padres y profesores. Una tarea realmente difícil, ya que están presentes en cualquier ámbito de nuestra sociedad.

Según nos explica María Luisa Cid Sánchez-Vizcaíno, profesora de Educación Infantil y Primaria de la Comunidad de Madrid, lo primero que debemos hacer es controlar el entorno en el que se desenvuelven los más pequeños. Al margen de controlar lo que ven o escuchan en televisión, en el cine o en la radio, es muy importante controlarles en el colegio, sobre todo en el recreo, y en casa si tienen hermanos, ya que estar junto a niños más mayores puede influirles en su lenguaje. “Es muy importante que los niños no estén presentes en reuniones exclusivamente de mayores, en cenas de amigos, fiestas, etc. ya que el lenguaje que se emplea en ellas no es apto para ellos”, nos comenta la profesora.

Por otra parte, es importante darles ejemplo, porque ellos tienden siempre a imitar lo que ven y escuchan. Además, en el momento en el que pronuncian una palabrota debemos evitar reirnos o sonreír, porque ésto solamente les da pie a repetir. Por último, si reaccionamos de forma natural ante este hecho, el niño dejará de utilizarlas puesto que no consigue el fin que persigue: llamar la atención de sus progenitores.

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