La manera más efectiva de enseñar hábitos a los niños es através del juego.
Érase una vez dos niñas a quienes sus padres intentaron enseñarles a poner la mesa. Al principio, las niñas andaban muy motivadas hacíendolo, pues ya se sentían grandes e indpendientes; sin embargo, a medida que pasaban los días se iban aburriendo, se ponían más lentas y perezosas, llegando finalmente a decir que estaban cansadas y que preferían ver televisión.
Los papás, frustrados por la situación y por sentir que no habían logrado su objetivo, se sentaron a pensar en una estrategia más eficiente.
Entonces se dieron cuenta de que siempre les habían exigido a las niñas poner la mesa sin ninguna explicación ni motivación; así que decidieron hacer algo diferente.
Decidieron jugar con sus hijas a poner la mesa.
En qué consiste este juego:
1. Explícale a tu hijo que a partir de este día le enseñarás a poner la mesa. Motívalo con frases como "Como ya has crecido, sé que puedo encargarte una labor muy importante. Me gustaría que pusieras la mesa conmigo".
Es importante que tú participes del juego, de lo contrario, el niño perderá interés.
2. Pon la mesa tal como siempre lo has hecho. Luego, pídele a tu hijo que decore la mesa como él desee, que le ponga diversos adornos.
3. Cuando haya terminado, felicítalo y dile que esta cena será muy bonita y especial.
4. Si tienes velas, pónlas y apaga las luces para darle un ambiente mucho más especial.
5. Terminada la cena, retira todos los objetos decorativos y dile al niño que los guarde para el día siguiente y que piense cómo decorará la mesa el próximo día.
Valores que fomenta este juego:
- Autoestima: A través de este juego enseñamos al niño a sentirse útil y necesario.
- Creatividad: Cada decoración del niño implica desarrollo de su creatividad.
- Misterio: Los niños adoran el misterio. Ellos sienten gran emoción cuando preparan una sorpresa, así como cuando la reciben.
- Concentración: Al concentrarse en una actividad, el niño estimula su capacidad de concentración.
Érase una vez dos niñas a quienes sus padres intentaron enseñarles a poner la mesa. Al principio, las niñas andaban muy motivadas hacíendolo, pues ya se sentían grandes e indpendientes; sin embargo, a medida que pasaban los días se iban aburriendo, se ponían más lentas y perezosas, llegando finalmente a decir que estaban cansadas y que preferían ver televisión.
Los papás, frustrados por la situación y por sentir que no habían logrado su objetivo, se sentaron a pensar en una estrategia más eficiente.
Entonces se dieron cuenta de que siempre les habían exigido a las niñas poner la mesa sin ninguna explicación ni motivación; así que decidieron hacer algo diferente.
Decidieron jugar con sus hijas a poner la mesa.
En qué consiste este juego:
1. Explícale a tu hijo que a partir de este día le enseñarás a poner la mesa. Motívalo con frases como "Como ya has crecido, sé que puedo encargarte una labor muy importante. Me gustaría que pusieras la mesa conmigo".
Es importante que tú participes del juego, de lo contrario, el niño perderá interés.
2. Pon la mesa tal como siempre lo has hecho. Luego, pídele a tu hijo que decore la mesa como él desee, que le ponga diversos adornos.
3. Cuando haya terminado, felicítalo y dile que esta cena será muy bonita y especial.
4. Si tienes velas, pónlas y apaga las luces para darle un ambiente mucho más especial.
5. Terminada la cena, retira todos los objetos decorativos y dile al niño que los guarde para el día siguiente y que piense cómo decorará la mesa el próximo día.
Valores que fomenta este juego:
- Autoestima: A través de este juego enseñamos al niño a sentirse útil y necesario.
- Creatividad: Cada decoración del niño implica desarrollo de su creatividad.
- Misterio: Los niños adoran el misterio. Ellos sienten gran emoción cuando preparan una sorpresa, así como cuando la reciben.
- Concentración: Al concentrarse en una actividad, el niño estimula su capacidad de concentración.
Fuente: Creciendo Contigo