viernes, 26 de septiembre de 2008

La gente está alborotada en el colegio donde estudia la Infanta Leonor


Como buenos padres, Felipe y Letizia van cada día a llevar a su hija Leonor al colegio, más ella que él, pero los dos ejercen, como si fuera una familia normal.

Pero no lo son, qué van a ser, así que revuelo siempre se monta a la entrada del parking, porque hay madres cortesanas que están allí a ver si pueden pegar la hebra con Letizia.

Allí echan el rato Terelu Campos y otras amigas, aunque ahora como está en Mira quien baila, a lo mejr no tiene tanto tiempo y se va.

Una madre que lleva a su hija desde hace años al Rosales, dijo ayer que todavía siguen llegando decenas de solicitudes de plaza. Y contó lo absurdo de una mujer que aún está embarazada y ya pedía plaza para su niño que no ha nacido.

También cuentan que desde que los Príncipes decidieron que ese iba a ser el colegio de sus hijas, la cosa mejoró mucho. Cambiaron al director, salieron del abandono en el que estaba sumido el centro y le añadieron mucha más calidad.

Pues eso que han ganado los que ya estaban
tomado de 20 minutos.es

martes, 16 de septiembre de 2008

Padres ansiosos porque sus hijos ingresen al colegio donde estudia la Infanta Leonor


Leonor ha empezado en el "cole de mayores" como dijo ella misma, convertida ya en toda una experta del posado ante las cámaras, antes de entrar en el colegio Rosales, acompañada de sus principescos padres.

La Infantita llega a un colegio en el que ha habido tortas por conseguir una plaza desde que se supo que ella iba a ser su alumna más ilustre. Hay que ver que estúpidos son los cortesanos.

Algunos padres de los que ya tenían plaza están encantados con las reforzadas medidas de seguridad, que han convertido casi en un búnker el centro.

Ha habido tortas, empujones y obras, muchas obras, sobre todo en la parte donde están los niños de educación infantil.

Hasta ahora, había una alambrada metálica, cubierta de hiedra, de menos de dos metros y la han cambiado por una pared de ladrillo de más de tres. ¿Que por qué? Para que no se pueda fotografiar a la cría.

Decían ayer algunas informaciones que los Príncipes habían sido muy previsores y que le habían comprado el uniforme a Leonor en El Corte Inglés antes de irse de vacaciones, así que por adelantarse les hicieron un 10% de descuento, que no es para desdeñar en su maltrecha economía.
Además del uniforme, el colegio les cuesta 325 euros mensuales más 160 euros de gastos y 70,50 euros de material escolar.
tomado de 20 minutos.es

lunes, 15 de septiembre de 2008

Infanta Leonor va a colegio de mayores


La Infanta Leonor ha asistido hoy a su primer día de clase en el colegio Santa María de los Rosales en el que ha entrado sonriente y de la mano de sus padres, los Príncipes de Asturias, después de explicar a los periodistas: "hoy empiezo el cole de mayores".



Vestida con el uniforme del colegio -falda tableada gris, polo blanco y chaqueta azul marino- y con una mochila rosa a la espalda, la Infanta Leonor ha entrado poco antes de las nueve de la mañana en el colegio, el mismo centro en el que estudió su padre, en el que cursará desde primero de educación infantil hasta el bachillerato.





El Príncipe de Asturias ha asegurado que su hija mayor, que el próximo 31 de octubre cumple tres años, tenía "mucha ilusión" en empezar su nueva actividad en un "cole de mayores".
Doña Letizia, quien ha agradecido las felicitaciones de los periodistas en su 36 cumpleaños, ha asegurado que era una "estupenda" manera de celebrarlo, antes de entrar en el colegio, en el que los Príncipes de Asturias han permanecido mas de una hora.

Don Felipe y doña Letizia han querido optar por un colegio que siga el sistema educativo español, que sea laico aunque imparta enseñanza religiosa y que sea mixto.
Según la Casa del Rey, los Príncipes han tomado esta decisión con la preocupación propia de cualquier padre y pensando en el interés educativo de la Infanta, que ocupa el segundo lugar en la línea de sucesión después de su padre, Don Felipe.



tomado de ABC

viernes, 12 de septiembre de 2008

La felicidad se aprende


Los psicólogos participantes en el curso de verano "Aprendiendo a ser feliz", celebrado en la UNED de Pamplona, han concluido que la felicidad no sólo es posible, sino que además puede aprenderse y para ello es importante tener sentido del humor y saber valorar lo importante de la vida.

El doctor en Psicología y profesor de la Universidad Complutense de Madrid Javier Urra ha asegurado que, para ser feliz, "hay que pedir a la vida lo que la vida puede dar, porque a veces le pedimos cosas excesivas" y además "hay que saber manejarse en el conflicto, porque la vida es conflicto y hay que hacer pareja de baile con la duda".

Urra, señala la UNED en un comunicado, considera que también es esencial "dar trascendencia a la vida y valorar lo importante" y en este sentido ha destacado que "lo importante puede ser, por ejemplo, un amanecer", ya que, aunque suene a tópico, "hay momentos que no se compran con dinero".

El psicólogo, que ha subrayado que rehuye a los "agoreros, cenizos y agonías que parece que son felices machacándonos", ha recomendado volcarse en quien necesita apoyo y lo merece, porque "la suerte de poder ayudar es un lujo" y ha comentado que también es importante sonreír, porque "no hay mejor carta de presentación que una sonrisa".

Urra, que fue el primer Defensor del Menor en España y es patrono de UNICEF, ha aconsejado no obsesionarse con ser el mejor: "Buscar ser el mejor no es positivo. Hay que ser normal. Hay gente que quiere ser supermán, superwoman, superpareja, superpadre... Sea usted normal".

La psicóloga María Dolores Avia, de la Universidad Complutense de Madrid, ha resaltado en el curso que la felicidad "no sólo es posible, sino que, además, se puede aprender", mientras que su compañero Gonzalo Hervás, profesor del mismo centro académico, ante la pregunta de si el dinero da la felicidad, ha llegado a la conclusión de que no necesariamente se da esa relación causa-efecto.

Eduardo Jáuregui Narvaez, psicólogo y profesor de la Universidad de Saint Louis, ha aconsejado a los asistentes al curso que se tomen "muy en serio" el humor, ya que "es una de las principales fortalezas del ser humano".

"La risa y el humor", ha declarado, "merecen un importante protagonismo dentro de la psicología positiva y producen una de las sensaciones más placenteras de la experiencia humana".

Tomado de: La Vanguardia.es

viernes, 5 de septiembre de 2008

No hay que ser cibermaleducado


La tecnología ha irrumpido en la sociedad y ha quebrado normas que antes eran sagradas. El viejo concepto de buena educación se ha revolucionado ante unas herramientas nuevas que facilitan la comunicación pero que, también, trastocan la convivencia. Pero el correo electrónico y el teléfono móvil también tienen sus propias reglas de cortesía.

Está en un restaurante, acompañado. A la otra persona le suena el móvil que previamente ha dejado sobre la mesa. No lo piensa dos veces, contesta. Habla durante 5 minutos sin preocuparse de que el de enfrente sigue comiendo solo. ¿Haría usted lo mismo?, ¿sabe comportarse en la nueva era?

Explica María R. Sahuquillo en El País que en España hay 48.720.461 líneas de teléfono móvil. Más de un terminal por habitante, según los últimos datos de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) de agosto de 2007.

Dieciséis millones de personas han utilizado Internet en los últimos tres meses, según el INE. Hoy casi nadie puede vivir sin estas herramientas, que se han integrado en la sociedad y que también propician su avance: más comunicación, más productividad.

Miles de negocios se cierran cada día acelerados por el móvil o el correo electrónico. Y también muchas relaciones se mantienen gracias a ellos. Pero, ¿hasta qué punto influyen en la convivencia y repercuten en la manera de comportarnos con los demás?

La imagen de una persona que habla por el móvil mientras se dirige al dependiente de la frutería o compra el periódico no es inusual. Tampoco se hace extraño ya escuchar las músicas más insospechadas en momentos inadecuados que provienen de un móvil que debió haber sido silenciado o apagado. Pero no por comunes estos comportamientos son correctos. Según los expertos, van en contra de las normas de protocolo.

También se considera incorrecto algo que para muchas personas es habitual, no contestar a un correo electrónico o no especificar el asunto del mensaje. Por no hablar del colmo de los malos modales en la Red: escribir todo el texto en mayúsculas.

"Este tipo de letra da la impresión de que se está gritando al interlocutor en el oído", dice Fernando Fernández, experto en protocolo y ex asesor de María Teresa Fernández de la Vega, vicepresidenta del Gobierno.

Internet no es un mundo anárquico y libre donde se permite todo. La Red también tiene sus normas de comportamiento, la ciberetiqueta o net-etiqueta.

"Igual que desde niños sabemos que debemos ceder el paso a una persona mayor, también existen normas para ser aceptados en Internet", dice Fernández. Para él, todo usuario de la Red debería conocer las tres reglas básicas de la ciberetiqueta: no enviar correos con archivos adjuntos pesados, no remitir correo spam o no deseado y, por supuesto, no escribir en mayúsculas.

Incumplirlas es ser un maleducado, un cibermaleducado. Pero ¿quién fija estas normas? "Son reglas no escritas y no obligatorias que se han ido creando con el uso de la Red, del chat, del correo electrónico", aclara.

Sin embargo, para los expertos, el instrumento que más rompe las pautas básicas de cortesía es el teléfono móvil. "Estos aparatos empezaron siendo sólo para comunicarse profesionalmente.

Hoy todo el mundo los usa y se han convertido en elementos que inciden en la convivencia social y la perturban", opina Ángel Pérez, director de la Escuela de Protocolo de Aragón. "No hay más que hacer un viaje en AVE de Zaragoza a Madrid para conocer la vida y milagros de las personas que viajan en el vagón. No se cortan en nada a la hora de contar por teléfono ni siquiera temas confidenciales", dice.

Por no hablar de móviles que suenan en el cine o, lo que es peor, durante una boda o un funeral. "Hay gente que puede llevar de tono en el móvil la canción de Paquito el chocolatero y que les suene en medio de una comida de trabajo o en una situación de crisis. Muchas veces no son conscientes de la mala imagen que dan. No sólo por no haber apagado o silenciado el móvil, sino también por el tipo de música que llevan", dice Pérez.

No sólo la música es molesta. También las horas de llamada. Parece que todo momento es bueno para telefonear a alguien al móvil. No se respeta la hora de la comida ni mucho menos la de la siesta, e incluso se reciben llamadas a horas intempestivas.

"El pasado fin de semana me llamaron al móvil a las tres de la mañana. Eran mis amigas, que estaban de juerga y querían contarme que habían visto al camarero que me gusta. Yo estaba en casa, enferma y amargada. No me hizo mucha gracia", cuenta Cristina Álvarez. Nunca apaga el móvil, no tiene teléfono fijo y ésta no es la primera vez que una llamada tardía o un sms la han puesto al borde del infarto.

Para evitar situaciones como ésa, la clave es utilizar el sentido común. Sin embargo, parece que, aunque suene a tópico, éste no es demasiado frecuente. "Hay que ser muy prudente al usar el móvil para localizar a una persona. Es mejor llamarle al fijo primero o enviarle un sms para que nos diga si está disponible. Y sobre todo, preguntar si puede hablar en ese momento o si prefiere que le llamemos después", dice Gloria Campos, directora de formación de la Escuela Internacional de Protocolo.

Javier Sanz trabaja en una multinacional de productos químicos. Utiliza el móvil desde hace 10 años y reconoce que se ha convertido en un "apéndice" de su persona. "No lo apago casi nunca, pero lo silencio", dice.

Reconoce que cada vez es más habitual que en las reuniones o incluso en las comidas de trabajo la gente mantenga una conversación mientras contesta el correo electrónico o responde llamadas. "Hace unos días fui a comer con unos clientes.

Uno de ellos se pasó la comida entera distraído, contestando correos electrónicos con la Blackberry. Fue muy molesto porque daba la impresión de que no estaba siguiendo la conversación", dice.

Como Sanz o el ejecutivo con el que almorzó, cada vez más personas pasan tiempo literalmente pegadas a su móvil. Hablando, enviando mensajes o contestando al correo electrónico. Ochenta y cuatro minutos de media al día, 18 minutos más que en 2006, según un estudio elaborado por el fabricante de terminales Nokia.



tomado de Curiosidades

Vistas de página en total

LinkWithin

Blog Widget by LinkWithin